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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

La pavesa de caña deja en indefensión a las comunidades de Buga

Años tras años, en diversas ocasiones, Buga amanece o permanece inundada y maltratada por las pavesas de caña; partículas éstas emitidas por las que mas de los sembradíos del entorno; cenizas esparcidas por el viento para depositarse en las canales de aguas lluvias de las viviendas, obstruyendo la conducción del líquido; esas pavesas ensucian el vestuario de las familias en las casas afectadas; taponan sifones, afean antejardines y las calles en los barrios de la ciudad. Cuando la volatilidad es diurna, la pavesa de caña ennegrese los vestidos de los transeúntes y causa molesti¬as; se trata de un mal de antaño que se ha cimentado y perturba el sosie¬go poblacional de Buga; pero nada han hecho los Órganos de Control compe¬tentes del caso para erradicar la enunciada y penosa situación.
El Artículo 79 de la vigente Constitución Nacional, dispone derechos a gozar de un ambiente sano, lo cual debe ser protegido por quienes cumplen funciones a nombre del Estado, como particulares o Servidores Públicos; no obstante, vemos que las comunidades se ven compelidas a sufrir la indefensión y el maltrato a sus derechos, y así el bien particular se ha sobre¬puesto a los derechos generales de la sociedad que no tiene el auxilio ni la protección de parte de los Servidores del Estado, quienes reciben un sueldo mensual, haciéndose los de la vista gorda ante los problemas que deben defender porque afectan a las comunidades de esta ciudad; esos funcionarios se olvidan de la misión confiada, y con flagrante omisión, vulneran los derechos de la gente, sin padrinos para su defensa.
Dónde está el Defensor del Pueblo, el Personero Municipal, el Procurador Agrario, la Secretaría del Medio Ambiente, la CVC y el Ministerio del Me¬dio Ambiente para proteger a las comunidades, en el caso indicado, y estirpar los efectos dañinos emitidos por las pavesas de caña, avalados por particulares contra la salud, una vida libre de contaminación y un ambiente saludable para la ciudad de Buga. Vemos que en el Valle del Cauca existen otras poblaciones y ciudades que también están padeciendo el flagelo ocasionado por la pavesa de caña, la cual atenta contra las Vías Respiratorias de las personas que reciben ese efecto degradante, ca¬rénte de Autoridad para extinguir la sucesión de los daños que emergen de la Posición Dominante de los propietarios de la caña, quienes no han optado por disponer una metodología moderna y tecnológica que evite que¬brantar la salud y la vida misma de la gente del entorno a los sembradíos; personas éstas que jamás han recibido algún paliativo de la Plusvalía, a fin de mitigar, en parte, los daños causados, tal como lo dispone el Artículo 80 de la Constitución Política de Colombia.
La pavesa y las cenizas de la hoja de caña, se riegan por toda Buga, imponiendo momentos aciagos para las comunidades, donde se sufre, especialmente en los barrios: Paloblanco, Valle Real, Albores de San Juanito, Sucre, Aures, Ricaurte, El Divino Niño, Urbanización la Concordia, La Concordia, El Samán, Caracolí, La Ventura, El Jardín, etc, etc, que han sido presa del da¬ño y desdén ofrecido por los protagonistas del negocio de la caña, así como la omisión recibida de las autoridades que deben colocarle freno a la causación de los daños latentes contra la integridad y los derechos de los pobladores ya citados, quienes merecen respeto a sus dolencias.
En los techos de muchas viviendas de nuestros barrios citadinos hay ca¬nales para la conducción de las aguas lluvias, lugar que se tapona debi¬do a la infinidad de partículas de pavesa de caña, las cuales hacen rebosar dichas agua que ocasionan goteras y averías en los cielos rasos de las casas, generando daños y gastos no deseados para los propietarios o inquilinos amenazados por el deterioro de la vivienda. ¿Ante quién se debe recurrir para erradicar el problema y resarcir los daños causados?

Como Alcalde Municipal, Rodrigo Guzmán Dávila, dirigirá a Tuluá con visión administrativa, empresarial y experiencia gerencial

Con visión de empresario y fiel servidor del bien común, Rodrigo Guzmán Dávila, hijo natural de Tuluá, pondrá su nombre al libre examen de sus coterráneos, amigos y compañeros de estudio, familiares y ciudadanos en general para que avalen sus aspiraciones y luego lo elijan como próximo Alcalde de la Villa de Céspedes; ciudad esta que lo vió nacer, crecer y formarse en valores esenciales, dedicando días y esfuerzos durante los años del ayer para llevarle a su pueblo espacios de glorias sociales en deportes, educación y otros, con triunfos y oportunidades para ubicar a Tuluá como ciudad pujante y progresista en el ámbito nacional.
Rodrigo Guzmán Dávila, para regir los destinos de Tuluá, constituye garantía insuperable con formación académica propicia y de alto contenido social que pondrá al servicio de su tierra natal, en donde los habitantes no deben ser ajenos al llamado para respaldar las legítimas aspiraciones de quien posee condiciones óptimas para ser Alcalde de Tuluá y trabajar con ahínco por el desarrollo y la prosperidad del Ente Territorial de sus sueños, al que le inyectará una ameritada administración pública que sirva de ejemplo a la vallecaucanidad y a las generaciones venideras.
Rodrigo Guzmán Dávila, recorre las calles y carreras de su ciudad natal para contactar la voluntad ciudadana y el fervor popular, buscando hacer conocer sus aspiraciones encaminadas a conquistar el manejo de la Administración Municipal de Tuluá, con un triunfo que asegurará la continuación de las obras de progreso y desarrollo que la ciudad requiere, llevándola a la cima de los más altos propósitos con visión empresarial.
El citado hijo de Tuluá será un candidato ejemplar para triunfar, teniendo en cuenta sus condiciones personales, sus ideas sociales y su formación académica que desea colocar al servicio de sus congéneres y de su ciudad natal; se trata de un profesional de equilibrio administrativo para contribuir al progreso de Tuluá, ciudad que no debe ser ajena al destino que merece mediante un candidato y próximo Alcalde que piensa que la grandeza del Ser Humano sólo se logra siendo útil y sirviendo los anhelos de la gente y del bien común; pero no por los bienes de fortuna ni por el mayor coeficiente intelectual que se posea; por esto, Rodrigo Guzmán Dávila, quiere ser Alcalde de Tuluá, a fin de servir con férrea voluntad para obtener la grandeza del Municipio que lo vió nacer; esa pretensión merece la ayuda de todos para lograr el triunfo que permita construir caminos de seguridad y progreso urbano y rural en el Ente Territorial de los afectos.
Desde aquí, con libre opinión, exhorto a todos los amigos, ciudadanos natales y residentes de Tuluá, para que con amplio sentido de querer lo propio y en un haz de voluntades y propósitos, respalden la candidatura del Ilustre hijo de Tuluá: Rodrigo Guzmán Dávila, para que sea el próximo Alcalde de su ciudad natal y haga prosperar mucho más al Ente Territorial.
Desde Buga hacia Tuluá, en el Centro del Valle, al Norte y al Sur, con propiedad se difunde EL PERIÓDICO, Semanario de Nuestra Región, sirviendo a las comunidades con información concreta que orienta a las poblaciones comarcanas y contribuye al bienestar de quienes reciben la información a través de este medio de lectura fundado y dirigido por Rodrigo Guzmán Dávila, quien con tenacidad y esfuerzo lo sacó avante brillantemente, gracias a la colaboración ciudadana y popular. Tuluá, "A lo tuyo, con la razón o sin ella"; Rodrigo Guzmán Dávila, merece dirigir a su ciudad, ayúdenlo a triunfar para el bien de Tuluá y el progreso de su gente.

Por Buga salgamos todos unidos a votar

El 14 de marzo de 2010 será un día histórico de grata recordación, ya que se iniciará el camino abierto con sentido de pertenencia, eligiendo a un hijo de la ciudad para que nos represente en la Cámara del Congreso Nacional; este es el clamor de muchos, escuchado en la mayoría de los barrios y veredas de nuestra municipalidad para respaldar las aspiraciones de Francined Cano Ramírez, quien con mente altiva plantará las banderas de Buga y del Valle del Cauca en el Capitolio Nacional y jalonará recursos del Presupuesto Nacional para mejorar el desarrollo de Buga y del Valle en general; con sentido de querer lo propio que nos permita recuperar el espacio vacío que durante más de 15 años ha mantenido a Buga sumida en la orfandad política a nivel nacional; pero ahora, Buga debe ganar.
El 14 de marzo del año en curso, nadie se debe descuidar ni quedarse en la casa sin salir a votar, ya que está en juego el futuro, no del candidato, sino de Buga y la prosperidad de su gente; por ello, es necesario salir unidos a votar para respaldar y ratificar en las urnas electorales la legítima aspiración de Francined Cano Ramírez, quien busca consolidar el progreso social y material del sector urbano y rural del Valle del Cauca y de nuestro Ente Territorial Municipal.
En Buga hay dos candidatos de extracción ancestral como aspirantes a ser elegidos y llevar la representación local al Congreso Nacional; quiera Dios que ambos sean elegidos por el fervor popular; pero he observado que la mayoría ciudadana está direccionada, con voluntad y libertad, para darle el Aval Político a Francined Cano Ramírez, unido al grupo liderado por el Licenciado benefactor Jhon Harold Suárez Vargas, Ex – Alcalde de Buga, a fin de no dejar derrotar el potencial electoral que desean usufructuar candidatos foráneos que llegan a pescar en el Río Guadalajara, donde se acabaron las Tilapias del ayer para alimentar sus aspiraciones políticas, las cuales en Buga no se deben proteger; ya es hora de reflexionar para respaldar y defender los derechos de nuestra ciudad para que El Milagroso Cristo siga irradiando la mejor felicidad para los residentes y peregrinos que se acercan al Altar en busca de protección divina que no debemos profanar, al votar por los foráneos, despreciando a los candidatos de procedencia natal.
Es injusto que se siga despreciando el potencial electoral de la municipalidad, con propiedad, Buga lo necesita para sus obras y su desarrollo vivencial; no hundamos a la ciudad negándole el apoyo ciudadano, porque respaldamos a quienes llegarn, nos engañan y se van, llevándose el potencial electoral de la ciudad y dejándonos sin padrino que defienda los derechos y los intereses de la municipalidad; sin padrino: El cura no bautiza al hijo, por esto, el 14 de marzo de 2010, no nos debemos equivocar, se requiere votar decididamente por un hijo de la municipalidad, para que todo mejore y no nos volvamos a lamentar por la orfandad de la ciudad que llora al carecer de un hijo que sí la pueda representar en los debates y proyectos al interior del Congreso Nacional.
Ante las artimañas del Maletín negro: No permitamos que el estómago haga perder la cabeza para caer en el desprestigio de la deslealtad con la ciudad donde vivimos, soñamos, descansamos, tenemos algún negocio o afecto en particular; no nos dejemos absorber por el canibalismo impropio que hace perder la razón y desequilibra el camino de la unidad local que debe reinar para que un futuro promisorio, a todos, nos pueda abrigar sin vacilar.
La adhesión del Licenciado John Harold Suárez Vargas, a la candidatura de Francined Cano Ramírez, es básica y significativa para abrir los caminos de la unidad local y municipal. No debe Buga dejarse derrotar.