Migdonio
Dediego Moreno
En silencio y en el argot popular observamos el no uso del tapabocas en diversos hogares, restaurantes y expendios de alimentos, durante la manipulación de éstos y su debida cocción. Al estar cerca a los alimentos la persona que está manipulando o los cocina, no lo usa para evitar que las partículas de saliva que expele cuando habla, vayan a parar sobre los alimentos; así se afectan las vías respiratorias y se adquieren enfermedades, debido a la consciente omisión de quienes preparan y cocinan alimentos para el público y para satisfacer la vida familiar en muchos hogares de Colombia. Esa saliva que se expele al hablar, cae sobre los alimentos, los cuales se contaminan y transmiten infecciones a los comensales presentes.
Se trata de una extendida omisión que es deber corregir en los escenarios domésticos, públicos y de todo orden, a fin de poder ayudar así en cuanto concierne a la eliminación de las contaminaciones que se adquieren a través de la citada omisión que conlleva a enfermar a diversas personas que ingieren alimentos cargados de saliva que es transmitida por el no uso del tapabocas durante la elaboración de alimentos.
Los entes de salud gubernamental y privada, así como el Congreso Nacional, deben avocar el caso planteado, a fin de adoptar medidas viables, prontas y oportunas, que permitan expedir una normatividad que obligue a utilizar el citado utensilio a quienes manipulan y cocinan alimentos en lugares públicos o privados, así como también en las casas de familias colombianas.
Se hace necesario orientar y educar, ayudando a las humanas y sociales comunidades, a fin de protegerles la salud y la vida que es deber preservar para lograr la prolongación existencial del ser humano, aplicando medidas preventivas, como el uso del tapabocas que se puede conseguir y usar fácilmente, por higiene y decoro social.
La salud, como completo bienestar físico, mental y social, debe avalarse por la gente del común, no sin antes por los entes gubernamentales de Colombia. A diario observamos presentaciones gastronómicas por televisión, con demostración de platos típicos y especiales para abastecer los paladares en general; pero, vemos que las personas manipuladoras y los demostradores de dichos platos, lo hacen sin usar los requeridos protectores, los cuales se deben usar para evitar que la saliva caiga sobre los alimentos que están preparando y demostrándole al público que pronto consumirá dichos alimentos salivados para causar daños en la salud de las personas.
Vemos que se trata de una vieja manía, la cual ya es hora de eliminar para evitar que se infecten y se enfermen las personas que están consumiendo indirectamente: La saliva agregada a los alimentos de parte de quienes los manipulan y cocinan.
GEWEB
¿Por qué llora el ser humano al nacer?
Por: Migdonio Dediego Moreno
Generalmente, al nacer todo niño llora; se trata de un llanto emitido en señal de solicitud de auxilio y protección para su vida, ya que ha entrado a un mundo diferente, al salir de una bóveda que es el vientre materno en donde estaba confundido por la soledad y la oscuridad, llevando una existencia parasitaria para poderse alimentar, sólo protegido por la bondad del instinto y la sabiduría maternal; pero, el ser humano, ya como sujeto de derecho y ente de razón, cortado su cordón umbilical, en la superficie terrenal, sufre su primera crisis al sentir la claridad de la luz solar, la cual lo impacta y lo lleva a cerrar los puños de sus manos y sus ojos también, dándonos así un mensaje, cual es: 1. El de los puños cerrados, significa que el ser humano llega al mundo dispuesto para ser dueño de todo lo existente sobre la tierra; pero, para lograr esto, el ser humano debe crecer, desarrollarse y usar la lógica y el equilibrio en todas sus actitudes y procedimientos, con acertada inteligencia para alcanzar la superación, la buena formación y la posesión de los bienes terrenales, siendo así capaz de adquirir fortuna de manera inalcanzable durante su trasegar y años de vida, logrando más capital que Aristóteles Onasis, a nivel mundial.
Pero, a diferencia de lo arriba expuesto, vemos que: 2. El ser humano, al morir, no se va con los puños cerrados, sino que lo hace con las manos abiertas; esto nos indica que todo lo que conseguimos se queda aquí en la tierra para que las demás personas lo aprovechen y lo gocen; es decir, al morir todos nos vamos sin llevar trasteos ni bienes de fortuna, nos vamos vacíos hacia la eternidad; así, ¿para qué tanta vanidad y avaricia del ser humano para adquirir el tener, olvidándonos del ser?.
Los dos mensajes citados, deben llevarnos a reflexionar para aterrizar con relación a las posturas prevalentes de orgullo y prepotencia usada por la humana sociedad en general. Esos puños cerrados, al nacer el ser humano, nos indica el estado de posesión y el poder con que llegamos a la tierra para ser dueños de todo cuanto nos sea posible; las manos abiertas al morir, es un indicador de que todo lo conseguido en vida, aquí se queda, que nada nos pertenece. Si ello es así, ¿por qué el ser humano se vuelve insolidario y deshumanizado en sus actuaciones y decisiones?; por tal, el poder se debe manejar con más humildad, con menos individualismo social y político; pero sí con fervor para favorecer el bien común, que siendo útil a los clamores de la humanidad, nos permita alcanzar la grandeza ciudadana, ayudando a las comunidades humanas que se hallan transidas de esperanzas ciertas para mejorar sus fincadas condiciones de vida.
Usted, como servidor público o privado, maneje el poder sin arrogancias, de manera humanizada y socializada, sin sectarismos, ni oídos ni venganzas, procurando sólo ayudar a la gente de las diversas comunidades humanas, a fin de lograr marcos de paz y convivencia vecinal. El estado, el gobierno, las instituciones, a través de sus servidores laborales, en su desempeño deben actuar pensando en el bien común de la humana sociedad en general para lograr la felicidad.
Generalmente, al nacer todo niño llora; se trata de un llanto emitido en señal de solicitud de auxilio y protección para su vida, ya que ha entrado a un mundo diferente, al salir de una bóveda que es el vientre materno en donde estaba confundido por la soledad y la oscuridad, llevando una existencia parasitaria para poderse alimentar, sólo protegido por la bondad del instinto y la sabiduría maternal; pero, el ser humano, ya como sujeto de derecho y ente de razón, cortado su cordón umbilical, en la superficie terrenal, sufre su primera crisis al sentir la claridad de la luz solar, la cual lo impacta y lo lleva a cerrar los puños de sus manos y sus ojos también, dándonos así un mensaje, cual es: 1. El de los puños cerrados, significa que el ser humano llega al mundo dispuesto para ser dueño de todo lo existente sobre la tierra; pero, para lograr esto, el ser humano debe crecer, desarrollarse y usar la lógica y el equilibrio en todas sus actitudes y procedimientos, con acertada inteligencia para alcanzar la superación, la buena formación y la posesión de los bienes terrenales, siendo así capaz de adquirir fortuna de manera inalcanzable durante su trasegar y años de vida, logrando más capital que Aristóteles Onasis, a nivel mundial.
Pero, a diferencia de lo arriba expuesto, vemos que: 2. El ser humano, al morir, no se va con los puños cerrados, sino que lo hace con las manos abiertas; esto nos indica que todo lo que conseguimos se queda aquí en la tierra para que las demás personas lo aprovechen y lo gocen; es decir, al morir todos nos vamos sin llevar trasteos ni bienes de fortuna, nos vamos vacíos hacia la eternidad; así, ¿para qué tanta vanidad y avaricia del ser humano para adquirir el tener, olvidándonos del ser?.
Los dos mensajes citados, deben llevarnos a reflexionar para aterrizar con relación a las posturas prevalentes de orgullo y prepotencia usada por la humana sociedad en general. Esos puños cerrados, al nacer el ser humano, nos indica el estado de posesión y el poder con que llegamos a la tierra para ser dueños de todo cuanto nos sea posible; las manos abiertas al morir, es un indicador de que todo lo conseguido en vida, aquí se queda, que nada nos pertenece. Si ello es así, ¿por qué el ser humano se vuelve insolidario y deshumanizado en sus actuaciones y decisiones?; por tal, el poder se debe manejar con más humildad, con menos individualismo social y político; pero sí con fervor para favorecer el bien común, que siendo útil a los clamores de la humanidad, nos permita alcanzar la grandeza ciudadana, ayudando a las comunidades humanas que se hallan transidas de esperanzas ciertas para mejorar sus fincadas condiciones de vida.
Usted, como servidor público o privado, maneje el poder sin arrogancias, de manera humanizada y socializada, sin sectarismos, ni oídos ni venganzas, procurando sólo ayudar a la gente de las diversas comunidades humanas, a fin de lograr marcos de paz y convivencia vecinal. El estado, el gobierno, las instituciones, a través de sus servidores laborales, en su desempeño deben actuar pensando en el bien común de la humana sociedad en general para lograr la felicidad.
