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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

Sufre y llora el Edificio del Teatro Municipal

¡Qué lástima!!!, con su fachada gótica del Siglo XVI y a la vista lamentable del público, observamos hoy el llanto y sufrimiento del Edificio donde otrora funcionó el Teatro Municipal de Buga, que se encuentra tirado al abandono y convertido en guarida de bichos y roedores, asistido por El Desacato ofrecido por quienes adoptaron la decisión de pertenecer a una Junta Cívica de buenos servidores, para darle ajuste al desequilibrio que padece el citado edificio en su física estructura y presentación, que debe ser restaurada y puesta al digno servicio de la social comunidad de nuestra Hidalga Ciudad Señora de Colombia.
La Junta Directiva Operacional organizada años atrás para atender los menesteres atinentes a la restauración y mejoramiento del enunciado edificio, alegró el corazón de la población Bugueña, felices todos porque se le iba a dar oxigenación y nueva vida al Teatro Municipal de Buga que antaño fue consultor y presentador de Ilustres y Grandes Artistas para llevarle Cultura, Recreación y Esparcimiento a la gente de esta ciudad hidalga; pero, desafortunadamente, ha pasado el tiempo sin que se cumpla cuanto se predicó, con bombos y platillos, en pro de la restauración del edificio que hoy sufre, llora y grita pidiendo una mano amiga, con la debida atención gubernamental, para salvar su imagen y su conjunto estructural, presa del descuido y del abandono prodigado por quienes deben salir a la defensa oportuna de nuestro Teatro Tutelar, a fin de colocarlo en condiciones de respeto y dignidad, propia de esta municipalidad.
En la Edición 383 del 05 de Septiembre de 2009, El Periódico de Nuestra Región, publicó la noticia de un cheque por valor de 1.000 millones de pesos entregados al Señor Alcalde Municipal de Buga, por el Doctor Juan Carlos Abadía, Gobernador del Valle del Cauca, para invertir ese dinero en la soñada restauración definitiva del Teatro Municipal de esta ciudad; pero seguimos abrazados por la dilación, a paso de tortuga, sin firme decisión para acometerle a la inconclusa obra que sigue sin patrón.
Todos esperamos que los indicados mil millones de pesos no correspondan a una factura y cheque de VIGENCIAS FUTURAS, para salir del paso y engañar el sentimiento popular de la gente de nuestra ciudad, transida de esperanzas tendientes a observar su Teatro Municipal en óptimas condiciones. El conjunto social de Buga merece respeto y, de sus gobernantes, debe recibir mensajes ciertos y creíbles que no empañen la buena imagen y la credibilidad depositada en quienes deben poner a tono y funcionamiento el ancestral Teatro de Tradición, Cultura, Social y Cinematográfica.
Hoy el Edificio del Antaño Teatro Municipal, se encuentra en cuidados intensivos y holocausto preferencial, avalado por la Omisión Gubernamental y acompañamiento temporal de la Junta Cívica, naufragados éstos para alcanzar la restauración del edificio que necesita recibir una mano amiga con sentido de pertenencia en pro de Buga y el bienestar de su gente.
Los días que transcurren sin abordar abierta decisión que permita lograr la restauración del Teatro Municipal de Buga: Concitan angustia y desesperación en los habitantes vecinos adyacentes al citado Teatro; ellos, durante días y noches, claman la restauración y puesto al servicio público el añorado edificio en donde se requiere erradicar el deterioro del ANDÉN que fue descubierto sobre la carrera 10, por inducidos trabajadores que creyeron que la obra tendría una rápida continuación laboral; pero no fue así y el insigne Teatro Municipal de Buga sigue en descrédito público, expuesto a un dilatado VELORIO que hace brotar lágrimas que afligen el corazón de los habitantes raizales que solicitan la aplicación de los 1.000 millones de pesos al Edificio de su Teatro Municipal.

La Doctrina de Caro y Ospina se la llevó el Camaleón

Hoy es triste ver cómo, desde el cenit de la Gloria Celestial, Caro y Ospina, Álvaro y Laureano Gómez, lloran desesperados al observar cómo la Doctrina de su Partido Conservador fue reemplazada por el mimetismo del Camaleón, dirigido por el Transfuguismo Político, inducido mediante el imán de un Ex-Liberal que hoy es el Amo del Partido de la U, que con gran destreza, le impregnó al Conservatismo la habilidad de la Burocracia y le hizo perder su rumbo filosófico y doctrinario y quedó rodando sin imagen partidista, sin esencia y con su identidad desdibujada en el ámbito nacional.
El Partido Conservador gravita hoy con rodilleras de cuero fino, extraído de los mejores hatos de las entrañas antioqueñas, para realizar las genuflexiones que permiten darle agrado al "Obispo" político que ofrece la comunión en la Casa de Nariño, sin la cual es imposible entrar al zoológico donde conviven los más avezados camaleones de la Política Nacional.
Que lástima que los jefes del Partido Conservador Moderno, le hicieron perder su Norte, lo enredaron y desdibujaron su Filosofía, agarrados hoy a la codicia y gajes de la Burocracia y otros apetitos que campean en el rodaje de la Política Nacional; así le dieron fácil tránsito a la movilidad del Camaleón que se alimenta con el esfuerzo y el potencial electoral de los seguidores que confiaron en la lealtad y la credibilidad de sus jefes locales, regionales y nacionales, quienes a la postre se entregaron en bandejas cargadas de lentejas para ofrendarle al ex-militante del Partido Liberal, jefe en la sombra hoy del Partido Conservador, vestido con piel de Camaleón y rodilleras de fino cuero de los hatos antioqueños.
Los jefes conservadores se olvidaron que la fortaleza y la dulzura de la Burocracia y del Poder, son efímeras y jamás podrán alcanzar el Pódium si siguen maltratando el Potencial Electoral que está integrado por los afiliados y seguidores del Partido Conservador; personas que hoy sufren el flagelo del olvido forjado por los engrupidos que manejan el tren de los camaleones del zoológico político nacional, donde sólo interesa lo particular y no la colectividad azul, hoy menospreciada, a la deriva y sin timón.
El Partido Conservador, por andar en cuerpo ajeno, ha perdido su identidad y olvidó que el Orden Constitucional debe prevalecer ante la dictadura; que la Legalidad y la Legitimidad deben estar por encima de las Vías de Hecho; que la Seguridad debe primar ante la barbarie; que por encima de la Demagogía, deben estar la Libertad y la Razón; que la Democracia debe surgir dando ejemplo de respeto y concretas oportunidades en pro de todos los colombianos; que la Ética Pública debe desbordar a la Injusticia y a la Inmoralidad, para que algún día en Colombia pueda lograrse la anhelada Paz en este suelo nacional maltratado y agobiado por la Desigualdad Social, ante lo cual el Partido Conservador se obnubiló y se olvidó de sus seguidores y de sus Derroteros Doctrinales, siguiendo mejor el mimetismo del Camaleón con unas Bancadas arrodilladas y la identidad política desdibujada.
Hoy, en el Atrio de la Gloria Celestial, oran y lloran los precursores del Partido Conservador: Caro y Ospina, el insigne Álvaro Gómez Hurtado, el mentor inolvidable Laureano Gómez, Misael Pastrana Borrero, Guillermo León Valencia y Mariano Ospina Pérez, tristes al observar malogrado el Crisol de su partido y marchitada la Doctrina Social que otrora fue garantía de bienestar y fuente de inspiración para alcanzar la reivindicación del pueblo colombiano, que después de 517 años del Descubrimiento de América y 190 años de haber logrado su emancipación, los jefes conservadores felices se arrodillaron ante un híbrido político, dejando a los seguidores en la desesperanza, sin barco ni timón, por seguir la Burocracia, los apetitos desleales y la habilidad del Rey Camaleón y sin candidato propio y estable; ya que para ellos prevalece la REELECCIÓN; así hundan el Honor Conservador.