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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

El barrio El Jardín de Buga solicita el transporte de una busetica

En el sector Norte de Buga se encuentra el asentamiento de una comunidad muy laboriosa y distinguida, residenciada en el Barrio El Jardín, lugar en donde coexisten muchos niños y jóvenes que realizan sus estudios en el centro de esta ciudad y sitios apartados de su entorno; esta circunstancia de lejanía, les dificulta los medios para transportarse y cumplir con sus obligaciones cotidianas, laborales y estudiantiles. Se trata de una colectividad humana que deriva ingresos medianos para subsistir y proteger las exigencias familiares e individuales del diario acontecer; por esto es menester brindarles la cooperación que requieren, sin gratuidad, en el medio de transportación urbana.
El Barrio El Jardín de esta ciudad se encuentra un poco distante del Centro Comercial y Administrativo de Buga, por lo cual sus habitantes necesitan de un estímulo reivindicador que sirva como paliativo a su diaria movilidad vehicular, tal como se le ha proporcionado a otros barrios y sectores urbanos del Ente Territorial Municipal.
Se requiere que la Empresa Cootranspetecuy, que gerencia y asumió el control de las busetitas blancas pertenecientes a la Empresa Guadalajara, se digne disponer sus buenos oficios asistidos por la voluntad y el sentido patriótico que le permita restablecer el servicio de la Ruta No. 2 de dichas busetitas, el cual fue suspendido; pero que otrora prestaba un buen servicio para proteger las necesidades de los vecinos del Barrio El Jardín, quienes ahora, con urgencia, imploran que de nuevo se les restablezca la ruta que fue suspendida, colocándole el precio de $ 600 por cada pasajero, como digna colaboración de Cootranspetecuy en pro del bienestar de una comunidad que merece protección a sus afugias.
Si Cootranspetecuy accede al restablecimiento de la citada ruta de servicio urbano: Se colmará de gloria social, con éxitos y ganancias económicas para estimular también el trabajo de los Motoristas que manejan dichas busetitas en esta ciudad; así se logrará una mitigación para los avatares y las esperanzas de los habitantes del Barrio El Jardín, al igual que otros que convergen a esa jurisdicción territorial y desean alcanzar sus anhelos en el marco solidario de la diaria movilidad vehicular con equidad social.
Tocando otro aspecto, observamos que con gran maestría y oportunidad se construyó un Puente Peatonal adyacente al Barrio El Jardín para cruzar hasta las instalaciones de la Cárcel del Distrito Judicial de Buga, llevándole alivio a las familias visitantes de los internos del Centro Penitenciario; pero dicho puente, requiere de la atención del Gobierno Municipal y del Concesionario Pisa S.A., a fin de colocarle las Luminarias a que haya lugar para proteger el sitio y evitar que los malhechores se aposenten ahí en procura de atentar contra el Derecho Ajeno.
El indicado puente es el mejor de los peatonales construidos sobre la Doble Calzada Buga-Tuluá, y en pro del alivio y la seguridad para los usuarios, es plausible y de solución inminente colocarle el complemento luminoso para contribuir al bienestar de la gente que transita por el indicado puente del Sector Norte de esta ciudad.
Respetuosamente se le llama la atención a las Autoridades de Tránsito Municipal para que actúen y no permitan la ubicación irresponsable de algunos transportadores que colocan sus camiones delante del semáforo sobre la calle 16 con carrera 18, esquina de Finca S.A.; lo cual ha venido presentando serias incomodidades para la movilidad por dicho sitio.

Están liquidando totalmente y se muere el Seguro Social Colombiano

Con gran sorpresa, el día tres de septiembre del año en curso, pudimos observar en uno de los canales de televisión nacional, cómo la señora Presidente del Seguro Social (ISS), anunciaba la agonía, extinción y muerte total de la citada institución prestadora del servicio de salud para los colombianos. Vemos que se abre así una brecha más de indolencia entre quienes todo lo tienen frente a los que carecen de bienes de fortuna y sufren el flagelo causado por la desigualdad social padecida por quienes reciben bajos ingresos en el País. Ahora se golpea el bienestar de los colombianos mediante una decisión adoptada por el Gobierno Nacional para desaparecer al Instituto del Seguro Social (ISS), que pasará a las manos de un fondo de características particulares, denominado COLPENSIONES.
Se manifestó que al enunciado fondo también pasarán los bienes y servicios correspondientes a CAPRECOM, así como los de CAJANAL EICE, ahora en liquidación. Se avizora un descalabro en contra de la Seguridad Social de los colombianos, cuando el mismo Estado, con sus funcionarios, debería manejar los bienes y las instituciones que son de su pertenencia; pero el desequilibrio emanado del flagelo de la corrupción administrativa, no permite el buen funcionamiento de las instituciones del Estado Colombiano.
Con una espantosa rapidez se está haciendo la liquidación y transferencia del exterminio del Seguro Social que será tomado por COLPENSIONES, presumible institución privada o particular que manejará los bienes del Estado y los beneficios de salud de miles de colombianos que serán sometidos a las tediosas incongruencias y mala atención que ofrecen algunas instituciones privadas ante el clamor y los derechos de los afiliados en salud, quienes requieren soluciones prontas y eficientes para la seguridad y mantenimiento de su existencia. Colombia vive aletargada y sigue entregando sus riquezas en manos de particulares que crecen a costa de debilitamiento de una población amordazada.
Se presume que ahora se traumatizará todo lo atinente al otorgamiento de PENSIONES, jubilaciones y derechos de los pacientes, quienes deben recibir atención adecuada y oportuna, igualmente los medicamentos acordes a la enfermedad que padecen y sin detenerlos por no estar en el POS; pues el FOSYGA responde por el 50% o por el 100% de los medicamentos; así no habrá lugar a tener qué recurrir a la Acción de Tutela para el restablecimiento del derecho denegado. Como van las cosas, pronto se turbará el orden y llegarán los enfrentamientos civiles contra el desmán ofrecido por los Nuevos Promotores de Salud que impondrán su interés particular por encima de las necesidades y derechos de la generalidad nacional; estamos avocados a una privatización disimulada que restará derechos y oportunidades.
Primero lamió y se posicionó la NUEVA EPS; ahora lo hará COLPENSIONES, que recibirá la Segunda Parte del Seguro Social, para usufructo de particulares, cuya intermediación generará ganancias especiales, derivadas de diversos factores que minan los derechos del Paciente, quien sufre las consecuencias emanadas de la galopante y disfrazada corrupción.
Ahora le tocará temblar a los enfermos quienes aspiren obtener su derecho personal y otros beneficios; la tramitología será más paquidérmica y aumentará el sufrimiento de quienes procuren el reconocimiento de su beneficio adquirido respecto a salud y otros derechos; todos serán víctimas de un desajuste no deseado, pero nacido del desequilibrio institucional en el manejo de sus pertenencias.
La evidencia de las Políticas Neoliberales, injustas para un pueblo que necesita superarse y vivir con dignidad, permiten enriquecer a unos particulares a costa del dolor y el llanto de una clase débil carente de Líder que señale el camino de la reivindicación social de Colombia.

Los buses de circulación nacional deben entrar al Terminal de Buga

Las autoridades de tránsito, los gerentes de las empresas de buses de circulación nacional que prestan servicio público, al igual que los dueños de dichos buses, deben preocuparse y gestionar cuanto sea necesario para que esos vehículos, de Norte a Sur y viceversa, al llegar a la altura de Buga, hagan lo posible para ingresar al Terminal de la citada ciudad, a fin de proporcionarle seguridad a las personas que son transportadas para bajarse en Buga; pero que actualmente, a esa personas, los buses las están dejando a la deriva en la Carretera Central de la Doble Calzada; pasajeros expuestos a diversas incomodidades y al ataque de los malhechores y a la inclemencia, en ocasiones con niños de brazos, quienes merecen respeto y consideración.
Debido a esa desafortunada actitud que atenta contra la seguridad de los enunciados pasajeros que deben quedarse en Buga, fue menester que algunos taxistas de esta ciudad, con espíritu social y humanitario, se agolpen adyacente al Puente de la entrada a Paloblanco, a fin de recibir y conducir a diversos pasajeros que se bajan en ese lugar de la Doble Calzada Buga-Tuluá; ya que es el sitio más adecuado para su seguridad y movilidad.
La situación que en el sentido ya indicado están afrontando innumerables pasajeros que vienen de otros Departamentos, pero que deben bajarse en Buga, como destino final de su viaje, es algo que las autoridades de tránsito y el Gobierno Municipal de Buga, deben gestionar ante los Empresarios y dueños de los buses de las diferentes flotas transportadoras que sí pueden gastar unos minutos más y entrar hasta la Terminal de Transporte de Buga, para dejar allí, bajo marcos de seguridad, a los pasajeros que son quienes están aportando el dinero para supervivencia de las empresas que prestan el servicio público de la movilidad a nivel nacional.
Cercano al Terminal de Transporte de Buga, sobre la Doble Calzada Buga-Tuluá, existe un puente vehícular de amplia magnitud, el cual está en óptimas condiciones para que los buses transportadores de pasajeros puedan entrar y salir, libre y cómodamente del Terminal de esta ciudad, sin dejar botados a los pasajeros en una carretera obscura, al amparo del peligro, en donde les corresponde cruzar, alzando los pies, unas bahías metálicas y expuestos al peligro. A veces, groseramente, los conductores de los buses: Le dicen a los pasajeros, “si usted no se baja aquí me lo llevo hasta Cali”; así de manera injusta y humillado, al pasajero le toca quedarse en cualquier parte, sobre la Carretera de la Doble Calzada Buga-Tuluá.
El caso que aquí se comenta no se debe subestimar, por cuanto los usuarios del servicio en mención son seres humanos que, en el marco de la oferta y la demanda del transporte, merecen respeto, consideración y espacios de seguridad para sus vidas y medios de protección, para gozar de un ambiente saludable y sosegado, mientras estén recibiendo o haciendo uso del servicio de la movilidad nacional, en busca de un destino que no debe terminar en estadios de angustia ni de frustración por la negligencia y falta de protección ofrecida por quienes dan el servicio que actualmente no está siendo supervisado, respecto al caso que nos ocupa.
Con el ánimo y el debido respeto, es menester llamar la atención del señor Secretario de Tránsito Municipal, al igual que del Gobierno Local Municipal, para que, dentro del marco de su competencia administrativa, se sirvan adoptar los correctivos a que haya lugar, a fin de frenar el desafuero que se viene cerniendo contra la libre seguridad y el adecuado trato que deben recibir las personas que a diario viajan desde algún lugar de Colombia con destino a Buga, pero al llegar aquí los dejan botados en la carretera, al arbitrio de los malhechores, cuando deberían ser puestos y dejados en el Terminal de Transporte de esta ciudad, para llegar a casa con bienestar.