En nuestro país, "El Choque de Trenes" constituye una forma de crear conflicto entre las Ramas del Poder Público; esto desborda el equilibrio de la Legitimidad Legal de la Nación y permite que entre los gobernadores reine la zozobra y la desconfianza hacia sus gobernantes, situación ésta que conlleva al nacimiento de focos de violencia en el seno de la civilidad, focos creados por el desatino de quienes deben ser garantes del Orden Constitucional, para impartir fallos y decisiones justas que garanticen el desarrollo nacional y la seguridad creíble para Colombia.
Las tres Ramas del Poder Público no deben maltratarse ni distanciarse, a fin de no romper El Estado Social de Derecho, ni hacer perder el equilibrio de Colombia; la armonía debe funcionar y permanecer en pro del Orden Democrático para el bienestar del País y de sus Libertades Públicas, dando buen ejemplo laboral, evitando así que se malogre el ejercicio de la justicia y de las garantías sociales y constitucionales del País.
Las Ramas Ejecutiva, Legislativa y Judicial del Poder Público, deben trabajar Armónica y Sincronizadamente, respetándose la Autonomía para evitar el quebrantamiento de la credibilidad y el equilibrio institucional que debe imperar para sostener el Estado Social de Derecho, que con mutuo acatamiento a sus fallos y decisiones, sirva para cimentar y ofrecer pronta y cumplida labor que asegure el Orden Institucional y la vida ciudadana, permitiendo la convivencia pacífica, como fin esencial del Estado Social de Derecho, sin apelar al choque entre el Gobierno y las Cortes de Colombia.
Para los colombianos, especialmente para la juventud que se levanta, es penoso observar y vivir el desatinado "Choque de Trenes" que se cristaliza entre las Ramas del Poder Público; lo cual desestabiliza el alma popular y cierra los caminos de la confianza que debemos depositar en quienes manejan "La Brújula" que preserva el Orden, la Honra y los Bienes Ciudadanos de nuestra Patria amenazada.
Ante el Galimatías de las Ramas del Poder Público: Con qué autoridad se le puede exigir actos de paz y orden a los alzados en armas, tampoco a quienes indisciplinadamente minan la prosperidad y la estabilidad de la vida nacional, no se podrá pedir respeto y vida sana; ya que con "El Choque de Trenes" es imposible proteger la Esencia de la Legitimidad Constitucional del Estado Social de Derecho Colombiano, vivimos en un marco de incongruencias jurídicas que constriñen y vulneran el ánimo y el respeto recíproco que debe existir entre quienes ejercen "La Corona" de las Ramas del Poder Público para direccional la Soberanía de Colombia.
Con la práctica del buen ejemplo se puede mantener el equilibrio de la autoridad del superior, pero qué podemos esperar antes las peleas y los públicos insultos y desacatos de parte de quienes manejan la Institucionalidad? La Rama Ejecutiva ordena el cumplimiento de la Ley que ha sido hecha por la Rama Legislativa; la Rama Judicial ejerce el cumplimiento de la vigencia de la Ley, para castigar o absolver al ciudadano; pero cuál será el resultado si se pelean y se irrespetan, sin acatamiento a las decisiones y fallos de cada Rama del Poder Público?, ¿qué hacer?
Para formalizar el curso del respeto y el acatamiento a la Juridicidad, es menester que los máximos representantes de las tres Ramas del Poder Público se conciten y realicen una Conciliación prudente de No Agresión por las decisiones y fallos que emitan respecto a la Vidis, a la Farcpolítica, la Narcopolítica, la Parapolítica, el Agro Ingreso Seguro (AIS), el nombramiento del Fiscal Nacional y la corrupción de Congresistas y Gobernantes de los Entes Territoriales, etc, quienes dan mal ejemplo y desbordan el Estado Social de Derecho Colombiano, resolviendo lo Jurídico mediante conceptos subjetivos y sin fundamento Legal para ganar.
