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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

La Sede Educativa de Paloblanco sacó su primera promoción de bachilleres

En el marco del discurrir municipal, el barrio Paloblanco inició su vida social y comunitaria en 1964 para lograr su desarrollo integral; pero durante los albores de su fundación, en 1965, nació su Concentración Escolar No. 09, cuyo primer Profesor fue Luís Felipe Echeverry, quien vive en Paloblanco y goza hoy de una pensión de jubilación. Por mandato gubernamental, corridos varios años, en Buga fueron organizadas diversas zonas escolares que dieron origen a las Fusiones Educativas, lo cual permitió el nacimiento de la Institución Educativa Gran Colombia de Buga, con sedes operativas en el barrio La Ventura y en Paloblanco, con plausible labor docente y efectivo engranaje administrativo para formar integralmente ciudadanos de equilibrio en sus procedimientos de todo orden. Para ayudar a la gente de la comunidad, quien aquí escribe, en 1997 tuvo la visión social de solicitar ante la Secretaría de Educación Municipal, la necesaria creación de los estudios de bachillerato en la Sede Educativa de Paloblanco, la cual quedó denominada: Guadalajara, a fin de obtener la ampliación de la cobertura del conocimiento para la mejor formación y superación de los jóvenes educandos en el claustro de su propio barrio, deseando que algún día los padres de familia pudieran ver a sus hijos graduándose como bachilleres en la sede Guadalajara del barrio Paloblanco, dependiente de la Institución Educativa Gran Colombia de Buga; sede ésta que obtuvo el mejor bachiller, quien fue Jesús Adolfo Baltán Ramírez, superando así a todos los demás de la Fusión Educativa.
La Sede Educativa Guadalajara del barrio Paloblanco, inició su bachillerato mediante la firme autorización del Gobierno Municipal de Buga, en cuyas gestiones primarias también participó la Directora de esa época, profesora Carmen Emilia Vélez Loaiza (q.e.p.d.), la Docente María Margarita Tafur y algunos padres de familia, quienes acompañaron a Migdonio Dediego Moreno, durante la primera reunión de protocolización hecha ante el señor Secretario de Educación Municipal para el logro de los objetivos propuestos, los cuales ahora tienen vigencia en pro del bien común y del progreso de quienes necesitaban su formación académica y la superación para servirle a Buga y a Colombia en general; además, ayudó con gestiones importantes la Directora Deifan Liliana Lenis, y continuó el proceso el Licenciado Albán Salcedo Porras, actual Coordinador de la Sede Educativa Guadalajara; persona ésta que siguió impulsando el bachillerato en la citada Sede, el cual se había paralizado debido a incomprensiones en detrimento de la superación de los hijos de Paloblanco y del Sector Occidental en general.
Después de luchas y desvelos, cansancios y buenos propósitos al lado del trabajo tesonero y útil de los docentes, se logró que el día 15 de diciembre de 2010, catorce (14) jóvenes de la Sede Educativa Guadalajara, se graduaran solemnemente en el marco de la quinta promoción de bachilleres de la Institución Educativa Gran Colombia de esta ciudad, lo cual se efectuó en el Auditorio del Hospital San José de Buga; allí se plasmó la Primera Promoción de Bachilleres de la Sede Educativa Guadalajara. La Fusión Docente graduó a 43 alumnos en total. Durante dicho acto de graduación fue exaltado, estimulado y condecorado el profesor Jorge Eliecer Rivera, por ser un baluarte académico y excelente colaborador de la Institución Educativa Gran Colombia, llevándoles lúcida y ética formación a los alumnos.
El Licenciado y actual Rector de la Institución Educativa Gran Colombia, Carlos Arturo Palacios Rivera, con su séquito de profesores, empleados administrativos y la colaboración de la Asociación de Padres de Familia, ha venido cumpliendo una loable y especial labor que aquilata las proyecciones de la institución que regenta, por lo cual, desde esta columna periodística le expreso los más altos agradecimientos a nombre propio y del Sector Occidental de Buga, deseándole éxitos sin fin, extensivo a todos los docentes y a los empleados administrativos y padres de familia en general.

Para ser Alcalde no solo se requiere tener Cédula de Ciudadanía

La Democracia Participativa permite el abanico de aspirantes que buscan ser elegidos como Alcalde Municipal mediante el escrutinio ciudadano que se hará el 30 de octubre de 2011, pero uno solamente será quien gobernará a Buga, a partir del primero (1º) de enero de 2012, según la voluntad popular. Ya la ciudadanía está preguntando: ¿Cuál es la razón para que surja la actual multiplicidad de candidatos empecinados en lograr ser Alcalde de Buga? En honor a la verdad, algunos llenan los requisitos de formación académica y experiencia administrativa, pero hay otros que se quedarán a la vera del camino con limitación de sus vanidosas aspiraciones; ya que se necesitan valores esenciales con integridad intelectual de buena formación para no faltarle el respeto a la municipalidad; se equivocan los que piensan que sólo se requiere ser ciudadano y haber vivido en Buga más de cinco (05) años para ser elegido Alcalde Municipal.
En la ya iniciada contienda electoral, algunos ciudadanos no deben dejarse arrastrar por los embelecos folcloristas, mentirosos politiqueros y malabaristas expendedores de golosinas económicas para jugar con las conciencias que se conducen a la genuflexión para comer un día, y a la postre, causarle daños irreparables al orden y desarrollo social que se le debe imprimir a la municipalidad dentro de marcos de pulcritud y ausentes de corrupción para que Buga (su gente) pueda votar por un candidato que sea de connotación ejemplar, a fin de que a futuro no haya que recurrir a señalamientos ni lamentaciones por haber elegido mal.
Ya existen algunos candidatos realizando la socialización y expansión de su campaña proselitista; algunos muy buenos para regir los destinos municipales durante el próximo periodo administrativo, llevando consigo altos propósitos y alternativas para propiciar el progreso y el bienestar de toda la población acantonada en los sectores rurales y urbanos del Ente Territorial de nuestros sueños, afectos y desvelos para servirle a su tierra natal desde la Alcaldía Municipal, con cerebro equilibrado y amplia probidad para ejercer la labor administrativa que permita alcanzar un florecimiento sostenible en beneficio del mejoramiento del nivel de vida de la sociedad en general y significativos avances para la municipalidad.
El momento actual amerita recordar lo expresado por el columnista de este Periódico, señor Daniel Potes Vargas, en opinión de la Edición del 7 de agosto de 2010, cuando manifestó: “Una Alcaldía dirigida por el doctor Jorge Humberto Valencia Bermúdez, enfatizaría transparencia, pulcritud y honestidad”, para orientar el destino útil de Buga; así se puede afirmar que el doctor Valencia Bermúdez, es un magnífico candidato para asumir la dirección de la administración del municipio de Buga.
El próximo Alcalde de Buga debe asumir la administración llevando consigo una visión de mejoramiento y bienestar social para los gremios y comunidades, con ayudas que fortalezcan la salud ciudadana atinente a los habitantes de esta tierra magna, en cuyo horizonte se debe vislumbrar una luz de esperanza y promisoria que sirva para aflojar las opresoras cadenas que han venido frenando el desarrollo social en diversas zonas y comunidades de esta municipalidad que no se debe descuidar ni subvalorar.

Desastre natural o desidia Estatal

Este año la preparación de la fiesta de la Navidad está marcada por la fuerza de la naturaleza que a causa de las lluvias torrenciales aterroriza a millones de colombianos con una capacidad inusual de destrucción. ¿Cómo no recordar en esta Navidad a las personas sepultadas por un deslizamiento en Bello y a tantas personas que en las laderas de Bogotá, Medellín y otras ciudades han visto destruidas sus viviendas y sus barrios? ¿Cómo no sentir como propias las angustias de las poblaciones de Cundinamarca, Chocó, Valle y de otros departamentos, particularmente de la región Caribe y en las riveras de los ríos Magdalena y Cauca, que se han visto inundadas con la consecuente destrucción de poblaciones, cultivos, pérdida de vidas humanas y de fuentes de trabajo? Los pobres y los vulnerables son nuevamente los que resultan mayormente afectados.
En esta situación, la Navidad es, con mayor fuerza aún, la fiesta de la esperanza, de la vida, de la solidaridad, ya que nos habla del misterio profundo de un niño envuelto en pañales, recostado en un pesebre, en el que Dios asume todo el sufrimiento y la pobreza humana. En Jesús, que nace en el pesebre, Dios se hace verdaderamente cercano a toda situación humana para transformarla con la fuerza de su amor. De esta manera, la Navidad será para las comunidades que la vivirán en albergues o alojados en casas de amigos y de vecinos porque lo han perdido todo, fuerza y valor para iniciar los caminos de la reconstrucción de sus proyectos de vida personales y comunitarios. La Navidad será la luz para todos los colombianos que nos ha de guiar para comprometernos solidariamente con la reconstrucción de las regiones afectadas. La novena, las luces navideñas y la música de los villancicos nos harán reflexionar este año sobre nuestra responsabilidad con los que sufren, con el medio ambiente, con el cuidado de la naturaleza, con la prevención de desastres.
La Navidad nos trae la fraternidad porque gracias a Jesús, el Dios del pesebre, todos somos hermanos. Vemos con alegría cómo se eleva desde todos los rincones del país un movimiento de solidaridad a favor de los damnificados. Así estamos viviendo la realidad de que somos una gran familia, la familia humana que se solidariza con los que sufren y pasan necesidades. Queremos invitar a todos a intensificar las muestras concretas de solidaridad y a vivir plenamente la espiritualidad navideña en el hogar, el barrio o la vereda aprovechando para compartir con los demás, en particular con quienes viven la soledad, la pobreza extrema, el desplazamiento forzado, o son las víctimas de violaciones a sus derechos.
La Navidad nos trae la paz porque en Jesús, nacido en el pesebre, todos alcanzamos la reconciliación. Oremos por los secuestrados para que nunca pierdan la esperanza y puedan regresar cuanto antes a sus hogares; oremos para que cese definitivamente en Colombia el flagelo del secuestro, de la injusticia, de la violencia; oremos por los grupos armados al margen de la ley para que en esta Navidad descubran los caminos de la paz y de la integración plena en la vida de la sociedad; oremos por nuestros gobernantes, nuestros legisladores, nuestros jueces para que dirijan al país por los senderos de la justicia y de la paz; oremos por cada uno de los colombianos para que, con la luz que irradia el amor misericordioso de Dios manifestado en Jesús, podamos construir juntos una patria fraterna solidaria, justa, en la que todos tengamos la posibilidad de un desarrollo humano integral con el acceso a todos los derechos y la posibilidad de cumplir todos los deberes. Las víctimas de estos desastres son los de siempre, la mayoría de colombianos asentados en áreas críticas, muchas veces a causa del conflicto interno.
La irresponsabilidad y corrupción gubernamentales hacen más grave esta tragedia navideña.
La caridad pública no debe reemplazar las responsabilidades de este gobierno insensible, para liderar respuestas nacionales ante estos desastres naturales.