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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

¿Por qué en gran porcentaje se ha desequilibrado la actitud del ser humano?

Por Migdonio Dediego Moreno

Primero: en mucha parte, por lo que se ha denominado la Universalización de la Mujer; esta circunstancia ha permitido que diversas mujeres se hayan desligado de su hogar para incursionar en labores de la vida pública, a fin de poder ganarse el pan cotidiano y así proteger las necesidades y exigencias de sus hijos, a quienes dejan bajo el cuidado de los abuelos o de un desconocido que no le orienta ni le infunde principios ni valores para un futuro de condición social ejemplar.
Segundo: ha hecho daño la actitud irresponsable de muchos progenitores, quienes engendran y algunos alzan el vuelo antes de que nazca el niño, dejando a éste sin darle el apellido, por lo cual el muchacho crece desarticuladamente a falta de una debida orientación y fundamentales principios y valores que puedan conducir a la práctica de una vida colmada de disciplina, orden y buen uso de la bella libertad, a fin de actuar con respeto, responsabilidad y compromiso para no atentar contra la vida y los derechos ajenos.
Las actitudes abusivas y desenfrenadas que hoy realizan algunas personas en Colombia, golpeando a nuestra sociedad, se debe todo al desajuste de diversos hogares y padres de familia que no han inculcado en sus hijos la debida formación, por lo cual esos muchachos crecen sin fortalezas y en su desespero para vivir, salen a la calle para cometer atentados, desafueros, hurtos, robos, corrupciones y flagelos contra el derecho ajeno.
La persona que ha sido bien criada, no roba, no mata, no es corrupta, no es indisciplinada ni atenta contra los bienes de los demás.  La persona bien criada en valores y principios esenciales de vida sana, se comporta de manera correcta y como buen ciudadano, acata las normas que trazan el camino para propiciar la comprensión y la sana convivencia social y vecinal.
Desde ya se requiere con urgencia dar el primer paso, en unión de voluntades y esfuerzos presupuestales, para que los gobernantes de los entes territoriales en todos los niveles administrativos, adopten un proceso con programas especiales para orientar y capacitar en barrios y veredas, a padres de familia y jóvenes que tienen hijos, a fin de prepararlos en conocimientos y sobre la responsabilidad y compromiso que demanda la condición de ser papá o mamá para cimentar hogares y proteger el desarrollo de los hijos, aportándoles condiciones óptimas para que lleguen a ser personas y ciudadanos ejemplares, de aprecio y confianza social.
Hoy, nadie se afana para encontrar el origen de los desequilibrios que afectan a los malcriados; se requiere dar el paso firme con soluciones concretas para mejorar a los hijos malcriados y superar la irresponsabilidad de diversos padres de familia que no cumplen sus obligaciones.

Se está hundiendo el barco comunitario en el mar de la indolencia ciudadana

Por Migdonio Dediego Moreno

Los barrios representan nuestros nombres y apellidos que constituyen una familia comunitaria, la cual debemos proteger y defender para acreditar los derechos comunes, logrando así beneficios y soluciones en pro del progreso de la población barrial.
Tristemente, en algunos barrios, el perverso individualismo está acabando con todo y el barco comunitario tiende a hundirse; para evitar su naufragio, ese barco necesita de tripulantes como usted para poder navegar sin dificultad; por esto, no se aísle de los acontecimientos barriales, porque requerimos de la participación suya para poder avanzar y mejorar las condiciones fundamentales de la comunidad donde vivimos o tenemos algún afecto y negocio en particular.  Es necesario unir las voluntades y los esfuerzos para lograr el bienestar que nuestras comunidades anhelan; el barrio es usted; somos todos los habitantes; así, es deber proteger y acreditar lo nuestro.
Algunos mayores en los barrios, a través del negativismo insolidario y negligente, le han dado mal ejemplo a los niños y jóvenes, cerrándoles así los caminos de un futuro promisorio para una vida útil, digna y de seguro bienestar.
En el lenguaje cotidiano, la palabra barrio constituye un símbolo que representa a nuestros nombres y apellidos; por consiguiente, no es bueno permitir que se hable mal de nuestros barrios; es imperativo que unidos adoptemos los máximos esfuerzos para cooperar, sin regateos, en pro de la superación y desarrollo integral de nuestros barrios y sus habitantes para disfrutar de una vida digna.
No comprendo cómo algunas personas viven en determinado barrio, pero no lo quieren ni se preocupan para lograr su progreso; muchos son ingratos contra su barrio; reniegan y quieren lo mejor, pero son personas que no rajan la leña ni prestan el hacha para el bien común.
Las Juntas Comunales constituyen el cuerpo vibrante y representativo para alcanzar el desarrollo de los barrios; pero, algunas carecen de dignatarios con sentido de pertenencia; muchas Directivas se hallan desvertebradas debido a la falta de compromiso para trabajar por el bien común.
Los barrios son como un navío en el cual todos debemos remar para llevarlo felizmente a puerto seguro, salvando así su tripulación.
Vecino, amigo, ¿cuál podrá ser el aporte suyo para ayudar a la correcta navegación del barco, para que no se hunda?.  Entre todos debemos evitar el naufragio de nuestro barco, siendo útil, cogidos de la mano para vivir días de prosperidad en las familias y sociedad en general.  El futuro lo construimos hoy.

En Buga se configuró un nuevo mapa político para despejar el panorama

Por Migdonio Dediego Moreno

Con equilibrio individual observamos la puja política que se orquestó para hacerle gavilla al candidato Julián Latorre, durante la contienda electoral que culminó el 25 de octubre de 2015, con el reñido triunfo de Latorre.
Con el ingrediente de diversos partidos, ¿por qué se hizo dicha gavilla?; se presume que la consigna iba direccionada a vencer políticamente al Alcalde John Harold Suárez Vargas, dizque porque tenía candidato propio para el continuismo administrativo de Buga.
Así las cosas, la ciudadanía bugueña en las urnas electorales, ratificó la necesidad de respaldar el denominado continuismo, expresado en las tangibles obras realizas durante el periodo administrativo municipal 2012 - 2015, ante lo cual no se debe obnubilar el cerebro humano para ocultar una realidad que le está sirviendo a un conglomerado de diversos matices sociales de Buga y de municipios regionales que llegan a nuestra ciudad para recibir su esplendor y generosidad; así, en Buga triunfó la sensatez ciudadana.
A partir del primero (1º) de enero de 2016, Buga iniciará un proceso de renovación, cuya dirección estará a cargo de la visión profesional, administrativa, gerencial, empresarial y comercial que le imprimirá el doctor Julián Latorre, como Alcalde Municipal, para que Buga y su gente puedan vivir una época de progreso, con extendida paz y bienestar social en todos los sectores de su territorialidad para vivir con dignidad.
En Buga, sin equívocos, en una sinergia de voluntades y propósitos, debemos ser agentes participativos para emprender acciones conjuntas que permitan lograr objetivos de reivindicación social para asegurar el bienestar de las presentes y venideras generaciones de nuestra municipalidad, a fin de construirles fértiles caminos para transitar mañana sin dificultad durante su diario vivencial.
Por Buga y la prosperidad de su gente, es necesario que nos unamos para que el nuevo mapa político se dirija por senderos de comprensión y dinámicas acciones que permitan perfeccionar cuanto sea menester para agradar a propios y visitantes en nuestra urbe y ente territorial en general, para vivir mejor en las familias y humana sociedad; así, Buga podrá obtener el desarrollo sostenible que todos anhelamos para el equilibrio de la convivencia vecinal que debemos cimentar.

Un excelente parque en Buga para la recreación y el sosiego humano

Por: Migdonio Dediego Moreno

De manera magistral ha sido acondicionado el sendero ecológico situado frente al Batallón Palacé de Buga, adyacente al Río Guadalajara, ofreciendo diversas alternativas en juegos y plausibles actividades que deleitan a propios, visitantes y peregrinos que, con su presencia, participación biosaludable y gastronómica, engalanan y dan lustre sonoro a todos los espacios cubiertos de juegos y atracciones para la diversión y el sosiego de los visitantes en el agradable y acogedor lugar, muy singular en Buga, construido después de 400 años de la Fundación de Guadalajara de Buga; por lo cual es deber, por este medio, expresarle una fervorosa felicitación a la actual Administración Municipal de Buga, dirigida por el Magister John Harold Suárez Vargas, al legarnos una obra de alta aceptación en el común ciudadano, que agradecido, la visita consecutivamente, utilizándola para el sosiego individual, familiar y de agrupaciones diversas de nuestra humana sociedad.
Siendo Gobernador del Valle, el ilustre hijo de Buga Alonso Aragón Quintero, se inició la plantación y arborización que hoy le da sombrío al sendero ecológico que constituye el área del actual Parque Biosaludable El Vergel, que recrea y ofrece satisfacción a millares de personas que durante días y noches acuden a sus predios para recibir su frescura, deleitándose con la armonía diversa de los juegos y actividades que se realizan en el precitado parque, aplaudido por propios y visitantes peregrinos que reciben su abrigo, reconfortándose saludablemente para vivir mejor.
Amigos, por respeto al Parque El Vergel y a la gente que lo visita para recibir sosiego y bienestar, es necesario que nadie lleve mascotas al parque; sus mascotas déjenlas detrás de las casas; así evitarán daños, choques personales y problemas sancionatorios.  El parque no es para perros, sino para albergar al ser inteligente, ausente de motos y bicicletas que no deben subir a los predios del parque.
Esperamos que, unidos, cuidemos y defendamos las instalaciones del precitado parque, a fin que éste se conserve y se prolongue en el tiempo en pro del sosiego y bienestar saludable de quienes acudimos a sus predios; igualmente para brillo y buen nombre de Buga.  Dicho parque es la obra de mayor aceptación ciudadana, sin demeritar las otras que también son dignas, necesarias y muy plausibles para el progreso y bienestar de nuestra humana población bugueña y sus visitantes.
Gubernamentalmente se requiere la adopción de algunos mecanismos para que los peregrinos y turistas que llegan a Buga, tengan fácil conocimiento y acceso para visitar y gozar de las delicias y frescura que ofrece nuestro Parque Biosaludable El Vergel, el cual debemos proteger y conservar con propósitos de querer los nuestro.

Triste derrota para algunos aspirantes al Concejo Municipal de Buga

Por Migdonio Dediego Moreno

Hecho el escrutinio electoral del 25 de octubre de 2015, la ciudadanía de Buga, con tristeza presenció el funeral político de la mayoría de los aspirantes a obtener una curul en el Concejo Municipal, buscando lo que no habían guardado.  Fueron muchos los derrotados electoralmente el 25 de octubre de 2015; fecha en la cual algunos creyeron encontrar un abrigo popular en el Concejo Municipal; pero los bugueños ya no se dejan manipular.
Constituye un error engañarse a sí mismo y tratar de llevarle ilusiones promeseras de poco contenido, para cautivar el respaldo ciudadano popular; pero la gente ya no come el cuento sin fundamentación ni contenidos para el bienestar.  Algunos aspirantes carecieron de formación académica y básicos conocimientos en administración pública para cumplir la tarea de coequiperos del Alcalde; hubo aspirantes de buena formación en principios, valores hogareños y académica, pero sin ostentar un bagaje de trabajo social a nivel barrial, en pro de las comunidades que aspiraban representar.
Ahora, queda la experiencia vivida, a fin de no improvisar ni usar métodos folkloristas que sirven para demeritar al Concejo Municipal.  Jamás habíamos presenciado en Buga una avalancha de aspirantes al Concejo, como fue la observada y vivida en la pasada contienda electoral; por favor, que la citada ambición no se vuelva a presentar para que el individualismo desleal no siga atropellando los derechos ciudadanos y el progreso de las humanas comunidades barriales y veredales de nuestra municipalidad.
Para ser Concejal, no sólo se requiere saber leer y escribir; se necesitan otras condiciones para complementar y realizar una labor eficiente en beneficio de nuestra ciudad.  Qué bueno que la paliza electoral recibida por algunos, sirva para reflexionar, a fin de “Darle a Dios lo que es de Dios”, dejándole los espacios de las corporaciones públicas para quienes tengan el perfil y la formación que les permita desempeñar las funciones requeridas y conferidas en pro de los anhelos, necesidades y derechos de la sociedad en general.
Las desenfrenadas ambiciones individualistas de algunos, permitió el holocausto en los resultados electorales del 25 de octubre de 2015.  En su filosofía popular, decían nuestros abuelos: “El que no sabe para donde va, camina desesperado”; “El hombre, en pos de su destino, ciego avanza”; “No busque lo que no se le ha perdido”.  
Sabemos y vemos que el Concejo no es un botín.  Para no recibir sorpresas, todos debemos tener en cuenta las consecuencias que se derivan de nuestras actuaciones y procedimientos; así, evitaremos fracasos.

Inconstitucionalmente el bien particular subyuga los derechos del bien general sin control gubernamental

Por Migdonio Dediego Moreno
Ex – Concejal de Buga-Valle

Sin padrinos en Buga los barrios del sector occidental, como son: Paloblanco, Valle Real, Albores de San Juanito y San José de las Palmas, están sufriendo sus habitantes la afectación causada por la emisión de las partículas de ceniza de la hoja de caña quemada alrededor de los citados barrios, cuyo dañino efecto también se extiende hasta otros barrios de Buga para perturbar las vías respiratorias de la gente, malogrando también el medio ambiente; observado por la negligente complacencia y omisión de las autoridades y organismos gubernamentales que deben ejercer su competencia para frenar las acciones dañinas que vienen afectando a los precitados barrios.
El sector barrial occidental de Buga, se halla desatendido por la CVC, Asocañas y las Secretarías atinentes al medio ambiente, que sordas y mudas permiten que se realice un daño con inconstitucional posición dominante, aplicada por unos particulares que subyugan y flagelan los derechos y las garantías sociales del bien general de unas comunidades que merecen ser respetadas.  Hacer malograr la salud, es atentar contra el fundamental derecho a la vida, la cual se debe preservar.
Durante medio siglo, el barrio Paloblanco ha soportado los negativos rigores emanados de la pavesa y la ceniza de la hoja de caña quemada a su alrededor, sin que exista algún padrino y autoridad para controlar el desafuero contra el organismo y los bienes de la gente de los barrios de Buga, expuestos a la iniquidad orquestada por algunos cultivadores de caña, quienes gozan a costa del dolor de sus vecinos del ente territorial municipal.
También existe otro caso que ha venido perturbando la vida de los residentes en el barrio San José de las Palmas; por lo cual, los moradores están a punto de ejercer acciones para impedir que los carros cañeros de los ingenios azucareros entren y salgan por el callejón de la 16, que fue rural, pero ya está integrado a la nomenclatura urbana de Buga; por esto, esos pesados vehículos cañeros deben hacer sus operaciones laborales por el lado sur de la Acequia Tiacuante, o por el norte, detrás de la Cárcel del Distrito Judicial de Buga; así se podrá evitar la afectación causada por el polvo y el ruido, que desde el citado callejón emerge contra los residentes en San José de las Palmas, Paloblanco y Valle Real; dicho callejón ya es urbano y requiere ser pavimentado desde la carrera 25 hasta la carrera 32 para una vida mejor de los moradores adyacentes, hoy subyugados y afectados por la posición dominante de unos particulares contra los derechos de una humana generalidad que debe ser liberada del flagelo impropio que avanza sin control de autoridad gubernamental.

El origen de los males que sufre la sociedad

Por: Migdonio Dediego Moreno

Desafortunadamente los males que hoy sufre nuestra humana sociedad están enclavados en el desequilibrio emanado del núcleo fundamental, cual es la familia, perturbada por lo menos en un 70% debido a la irresponsabilidad construida por diversos padres y madres de familias que han dejado crecer a sus hijos sin una debida orientación en valores éticos y principios para disfrutar de una vida digna.
Hay padres biológicos holgazanes, quienes han engendrado al “Muñeco”; luego alzan el vuelo sin darle el merecido apellido para su identificación individual; por esto, el niño crece en un marco de desadaptación social sin rumbo ni futuro y podrá terminar atentando contra el derecho ajeno y contra las humanas vidas o colocando su propia vida en holocausto.
En Colombia el desajuste que padece el ser humano es consecuencia legítima, en cierta medida, por la subvaloración que desde la cuna le damos al ser vivo; nuestra cultura valora más al tener y la infraestructura; así, muchos niños y jóvenes crecen sin la debida acreditación y fortaleza para su fiel desempeño en la vida social.  Muchos deambulan sin herramientas valederas en formación académica, artes, oficios, profesiones, lúdicas, ni culturales para su cabal desarrollo y efectiva integración al colectivo de la vida social.
Con actitudes y decisiones nobles debemos luchar para evitar que el ser humano se convierta en infeliz y despreciado por sus progenitores y el Estado, que en ocasiones lo convierten en persona débil y mediocre para atacar a sus homólogos sociales, sin interesarle las consecuencias derivadas de su mal proceder.
Es necesario, mediante una ley, ejercer funciones gubernamentales y fundamentales para que los alcaldes municipales de Colombia puedan emplear a instructores profesionales, que en asocio de las Juntas Comunales, le dicten conferencias y métodos formativos que capaciten a padres de familias que estén criando hijos; igualmente, también darle formación a los jóvenes que tienen novias con propósitos de constituir empresa-hogar y acreditar la familia.
Amigos, padres y madres de familia, ustedes, antes que culpar a Dios y a los alcaldes por las irregularidades cometidas por ustedes mismos en contra de los hijos que crecen sin la debida formación y orientación para convertirse en buenos ciudadanos, por favor, “eduquen al niño para no castigar al adulto”.  A los niños debemos ofrecerles y darles condiciones óptimas para su verdadero desarrollo, con principios y valores de buena formación para que mañana no atenten contra el derecho ni la vida ajena.
Forjemos la vida del ser humano, para que este no se derrita en los canales de la adversidad social y la indiferencia injusta.

Nadie se afana para hallar la etiología de los males que sufre la sociedad

Por Migdonio Dediego Moreno

En Buga, como en toda Colombia, se está viviendo y sufriendo un desbordamiento social con crímenes, atentados contra el derecho ajeno y otros desaciertos atentarios contra la vida del prójimo; considero y opino, que uno de los factores creadores de esa degradación humana, proviene de las omisiones, errores, indebida tolerancia ante los hijos, sumado al irresponsable hecho de ver y dejar pasar, practicado esto por un alto número de padres de familia, quienes hace ya 30 o 40 años atrás no cumplieron con la obligación de orientar, educar a los hijos, infundiéndoles principios y valores sustantivos, a fin de forjarles una buena ciudadanía en pro de la sociedad  en general; algunos hijos crecieron como mosquitas y desadaptados, avalados y alcahueteados por sus padres, otros crecieron sin tutor que los indujera al aprendizaje de normas y buenas relaciones interpersonales para la comprensión, el respeto y la buena convivencia social y vecinal.
Estamos padeciendo los rigores del desajuste y prostitución que ha sufrido y desequilibrado a la célula fundamental de la sociedad, cual es la familia, en la cual algunos hijos se han dedicado a atacar la vida y el derecho ajeno sin Dios ni ley.  También, en algunos órganos del Estado, no han abocado con la requerida responsabilidad, la aplicación de una extendida ayuda y orientación, con métodos y estrategias de alto contenido para instruir a padres y jóvenes que aspiran constituir hogar, preparándolos en contenidos de principios y valores vitales, respecto a la responsabilidad, compromiso y confianza, formación ésta que deben tener quienes están criando hijos, así como aquellos que desean constituir hogar para levantar familia en óptimas condiciones en pro de la sociedad en general, para que en el futuro podamos tener un país desligado del desequilibrio y atrocidades individualistas y de concierto que hoy golpea y aflige a los núcleos humanos en nuestro país.
Desafortunadamente estamos viviendo y sufriendo los rigores causados por los descuidos, las omisiones y los errores del ayer, cuando algunos padres no orientaron ni le dieron a sus hijos la debida formación para que fueran ciudadanos de bien con principios y valores sustantivos en beneficio de la sociedad en general.  Si no se da el primer paso para la recuperación del ser, pronto Colombia irá hacia una hecatombe social de infinitas proporciones negativas; contenerla, no le corresponde a los alcaldes ni a los concejales de Buga ni de Colombia en general; pues el desajuste es de la familia y a ésta le tocará afrontar la formación de los hijos para que sean buenos ciudadanos, ausentes del crimen y el irrespeto al derecho ajeno.
El problema no se resuelve colocando un policía en cada casa y cada esquina de Colombia.  Recuperemos al ser.

En las humanas relaciones sociales, el fuerte debe buscar al débil

Por Migdonio
Dediego Moreno

Con sentido social y humanitario durante el trato interpersonal con las comunidades, por lógica común, el fuerte debe ir a buscar al débil, ofreciéndole óptimas condiciones de bienestar para lograr el desarrollo sostenible que las comunidades requieren.
Quienes mantienen el poder y ejercen funciones públicas gobernando para el bien común, se constituyen en el fuerte por razón natural y administrativa; así las cosas, el fuerte debe acercarse al débil, es decir, a las comunidades humanas barriales que se hallen en estado de indefensión y transidas de esperanzas ciertas, en los medios familiares y sociales.
Ante las afugias y necesidades del débil, el fuerte no debe esperar que sean los medios de comunicación y otros, los que imploren una mano amiga para buscar soluciones ante la precariedad del débil que requiere acciones de solidaridad y humanitarias para superar sus deficiencias.
La debilidad que padecen los diversos barrios en las ciudades de Colombia, merecen la adopción de métodos y estrategias concretas a nivel profesional para acercarse a la pluralidad de las comunidades, a fin de conocer a fondo las prioritarias necesidades en donde el Estado debe hacer presencia efectiva para proteger y restablecer los derechos y garantías sociales de la gente residenciada en los diversos estratos de los entes territoriales de nuestra nación, a fin de poder gozar de una vida digna y abrigados de bienestar.
Observamos cómo algunos logran el manejo del Poder Administrativo en los Entes Territoriales, en donde deberían servir con altura y equidad social; pero se les atrofia el cerebro y se olvidan del cumplimiento a los compromisos adquiridos ante las plurales comunidades de la Nación; son funcionarios que se envanecen y se vuelven prepotentes, con disimulo y medio, ante las necesidades y angustias de la gente que deberían extenderle la mano amiga y generosa para proteger las debilidades de los círculos comunes de la sociedad colombiana.
Siendo útil y sirviendo ante las necesidades del débil, el fuerte puede alcanzar la grandeza humana para vivir de manera inmarcesible en el corazón y el recuerdo grato de los subalternos y asociados, a quienes no se les debe discriminar, subvalorar ni olvidar, ya que el fuerte logra las posiciones a través de las ayudas de los débiles; pues nadie logra sólo los triunfos que edifican el éxito en las actuaciones libres de la vida de relaciones interpersonales.
En justicia y equidad social, el poder debe utilizarse para ayudar, servir, proteger, restablecer derechos, auxiliar, aliviar, socorrer, ofrecer bienestar y engrandecer el bien común, a fin de que el sol alumbre a todos, para que haya justicia y libertad en todas las comunidades de los entes territoriales de nuestro país.

¿En dónde está tu hermano?

Por Migdonio 
Dediego Moreno

Cuando Caín mató a su hermano Abel, Dios le dijo a Caín, “¿en dónde está tu hermano?”, pero, Caín abrigado y sumergido en los canales del odio y la envidia, con suprema maldad espiritual, le respondió a Dios: “¿Acaso soy yo guarda de mi hermano?”.  Ahora, el Papa Francisco, durante su visita al Ecuador, nos ha traído al recuerdo la citada expresión de Dios y la respuesta del verdugo, a fin de inducirnos a que seamos más tolerantes durante el trato interpersonal, para ejercer actitudes de solidaridad y lograr bálsamos que edifiquen el bien común, en pro de la humana sociedad que está clamando manos amigas para alcanzar los anhelos de supervivencia que se hallan flagelados por las acciones irregulares que practican las personas individualistas; esta situación no permite espacio en beneficio de la inclusión ni para el mejoramiento de las condiciones de vida de la sociedad en general.
En el ejercicio de las actividades gubernamentales nacionales, existe la tendencia de actuar de manera exclusivista; esta condición golpea los valores éticos y espirituales, sepultando así el bien común.  
La democracia participativa, en la práctica, no es efectiva; es decir, no se cumple en beneficio de la colectividad que espera actos de solidaridad para lograr los propósitos que hagan sonreír el bien común, por canales de gratuidad y subsidiaridad social para que todos vivamos mejor en familias y comunidades en general, abrigados por la comprensión vecinal que nos debe identificar para ayudar a construir senderos de hermandad, paz y equilibrio social.
Con la expresión: “¿En dónde está tu hermano?”, se hace una exhortación tendiente a practicar la solidaridad, mediante manos amigas que aminoren el dolor y las afugias de los débiles y menesterosos, quienes hoy se encuentran en estado de indefensión social; éstas son personas que se hallan arrinconadas y acosadas por el individualismo; hijo éste del egoísmo y padre del fracaso que vive la humanidad.  Nos negamos a ser padrinos; pero, sin padrino, el cura no puede bautizar al hijo del vecino.  En nuestro medio, la insolidaridad, está acabando con todos los elementos que forjan el bien común y la hermandad social que debe reinar en nuestra nación.
Con buen sentido de patria y compromiso, en pro del bien común, debemos ser solidarios con esfuerzos y voluntades, para lograr el equilibrio social que permita menos dolores, llantos, aflicciones, desigualdades, apatías, negativismo, indiferencia, individualismo y exclusión en el terreno de las oportunidades, en donde es menester: luchar unidos para fortalecer la solidaridad y construir las canteras del bien común, con justicia y equidad social, que proteja la prosperidad de todos los colombianos.

¿Qué es la política y cómo debe ser su manejo?

Por Migdonio Dediego Moreno

Podemos decir que la política es la manera de servir con eficacia y dinamismo en beneficio de las comunidades humanas para lograr el desarrollo y la dimensión del Estado.  Como arte de servir, el ejercicio de la política puede utilizarse para proteger, ayudar, defender, restablecer y contribuir al mantenimiento del orden social para vivir en óptimas condiciones en los hogares de nuestra nación.
El manejo de la política no se debe improvisar, pues exige que el actor político o gobernante haya tenido un fogueo social en las comunidades y a todo nivel, tenga buena formación para poder ofrecerle al público efectivas condiciones de su sabiduría, conocimientos y probidad, ya que a la gente no se le debe engañar con falsas ilusiones ausentes de compromiso.
Quien vaya a manejar o ejercer la política, debe ser una persona que conozca a fondo nuestro idioma español, para poder ofrecer buen manejo del lenguaje durante las relaciones interpersonales, a fin de evitar errores; además, se debe tener algún conocimiento sobre la Sicología Sociopolítica para interpretar las querencias y necesidades de las comunidades. Cuando el actor político ha participado en diversas actividades cívicas, comunitarias y del entorno social, se logran mejores resultados en pro del bien común.
Quienes, como actores políticos, aspiren representar un pueblo en las corporaciones públicas del estado, como son: Concejo Municipal, Asamblea Departamental, Cámara de Representantes y Senado de la República, deben tener adecuada formación académica y algún conocimiento sobre Administración Pública, a fin de no chambonear ni cometer errores en su ejercicio laboral.
Sin suficiente preparación, algunos aspirantes políticos desean representar a las humanas comunidades sin tener una clara visión de orden administrativo que conlleve a lograr el progreso y desarrollo sostenible de los asentamientos barriales y veredales.
Decían los abuelos: “Cada loro en su estaca”; “El que no sabe para dónde va, camina desesperado”; pero, hoy vemos que algunos aspirantes a obtener el voto mediante el respaldo popular, carecen  de la necesaria y fundamental preparación para ejercer las funciones públicas locales y regionales.
En su ejercicio y manejo, la Política permite alcanzar la grandeza social del ser humano, cuando éste es útil y sirve cabalmente ante los clamores y necesidades de los pueblos y sus comunidades para satisfacer el bien común.  De nada sirve poseer el mayor coeficiente intelectual y tener grandes bienes de fortuna, si no somos útiles ni le servimos a las exigencias del humano colectivo social.  Procuremos ser serviciales y solidarios ante los clamores de nuestras comunidades, a fin de ayudar a mitigar las afectaciones, dolores y afugias que las afligen y sin esperanza quedan en estado de indefensión para resolver sus problemas cotidianos.

Las calumnias y la diatriba deben suprimirse en el lenguaje político local

Por: Migdonio Dediego Moreno
Causa lástima y tristeza al no tener hoy a los intelectuales políticos de antaño, quienes escribían y presentaban programas con proyectos ciertos y de altura, ilustrándonos sobre temas de interés y resonancia local, departamental y nacional, con fundamento y sentido universal; ahora sólo encontramos a algunos aspirantes a corporaciones públicas sumergidos en vacíos mentales, sin la debida formación académica y principios sustantivos para proteger y defender el bien común; pero si atrofian los espacios de la humana vida local.
Sin esa necesaria formación individual, algunos salen a buscar el fervor y respaldo político ciudadano, son personas desprovistas de propuestas ciertas y valederas para cimentar una vida digna en las familias y comunidades en general; por los medios de comunicación y otros, ellos se dedican a insultar y a ofender a sus homólogos aspirantes; ¿por qué actúan así?, porque la cabeza la tienen hueca y vacía de concretas soluciones que favorezcan los anhelos y necesidades de la humana población, en donde sólo se recibe el engaño alcabalero, emitido por esos enfermizos y clínicos aspirantes políticos que buscan el respaldo ciudadano para proteger sus apetitos individualistas.
Algunos, una vez son elegidos, se ausentan definitivamente y no ayudan a ejecutar las obras para el bienestar de las humanas y sociales comunidades que desean mejorar sus condiciones de vida.  En su proselitismo político algunos expresan críticas malsanas, odios, insultos y dolencias del alma perturbada, con la cual enlodan el camino y el ambiente social que dejan inundado de resentimiento insustancial, dando así mal ejemplo ante la sociedad.
Hay aspirantes políticos que medio siglo después se dieron cuenta que sus comunidades barriales carecían de manos amigas, solidarias y de compromiso ciudadano para cambiar y mejorar sus condiciones de vida en pro del bienestar común, cuyas comunidades se hallan transidas de esperanza para aliviar sus padecimientos.
Se requiere que entre todos unamos nuestras manos con las manos de Dios para poder, con esfuerzo y voluntad suprema, construir verdaderos caminos de redención social, ausentes de la diatriba vulgar con que algunos se alimentan y usan para causar daños irreparables contra sus homólogos políticos.
Con identidad de criterios, abramos espacios para que los niños y niñas, jóvenes y adultos que vienen atrás, mañana puedan transitar sin dificultad y vivir abrigados con el manto de la seguridad, en todos los aspectos de la vida cotidiana.  Para no construir estadios de guerra, adecuadamente usemos los pensamientos y el buen lenguaje durante el trasegar político, a fin de cimentar los principios, los valores humanos y sociales, con el don de gentes que edifique la paz que todos anhelamos, cogidos de la mano, para lograr el bien común en los sectores urbanos y rurales de nuestro municipio.

La pavesa y ceniza de caña golpea a los barrios de Buga en general

Por: Migdonio Dediego Moreno


El 14 de junio de 2015, mientras el equipo de fútbol colombiano se enfrentaba al de Venezuela, una ráfaga de pavesa y ceniza de caña de azúcar cayó y maltrató a los barrios de Buga, especialmente a los del sector occidental como son Paloblanco, Valle Real, Albores de San Juanito y San José de las Palmas, lugares donde hubo afectaciones en la vista y vías respiratorias de los humanos residentes en los citados barrios y ciudad en general, invadida por el Monóxido de Carbono que se infiltró también en las viviendas y otros objetos domiciliarios, contra lo cual no ha existido ni existe control gubernamental.
Así las cosas, ¿ante quién se podrá acudir para recibir protección, que en parte sirva para mitigar los daños que nuestra ciudad y su gente vienen recibiendo de parte de quienes contratan la quema de la hoja de caña de azúcar?.  Preguntamos, para ayudar a defender los derechos ciudadanos y lograr el respeto que merecen nuestras humanas comunidades, ¿en dónde están los denominados AMBIENTALISTAS?; hay muchas omisiones que se cruzan desde los diversos puntos cardinales de nuestro ente territorial, sin que autoridad competente se apersone del caso planteado aquí, todo sigue sin Dios ni Ley contra el ser humano que se halla indefenso y atropellado por un flagelo que se extiende con posición dominante y sin control, frente a unas autoridades ciegas y paquidérmicas que no ejercen con equidad y justicia, el mandato constitucional otorgado para proteger, defender y restablecer los derechos ciudadanos.
Señor Ministro del Medio Ambiente; señores Secretarios municipales y departamentales del Medio Ambiente, señor Presidente de Asocañas del Valle del Cauca… por favor, ¿por qué ustedes no ayudan a cambiar y mejorar el estado de cosas, que por la pavesa y ceniza de la hoja de caña quemada, hoy sufre nuestra humana población, atacada por las fuentes carboníferas emitidas desde los centros de quema de hojas de caña?
Hay una posición obtusa y dominante que subyuga el bien general ante el particular, lo cual sofoca la paciencia humana ciudadana, situación ésta que podrá conducir, quiera Dios que no, a la construcción de Estados de guerra, cuando todos anhelamos la sana convivencia social para vivir en paz, tanto los de arriba como los de abajo, a fin de mantener el equilibrio que la sociedad requiere para una vida de mejores garantías y comprensión social.
Las partículas de ceniza de la quema de hoja de caña, atascan las canoas recolectoras de aguas lluvias, creando taponamientos y goteras en las viviendas; son partículas que enmugran las ropas tendidas en los patios, con daños irreparables, ante lo cual esperamos la lógica actuación gubernamental.

¿Por qué usted no puede vivir sin tomar alcohol?

Por: Migdonio Dediego Moreno

Amigo bebedor el licor lo puede ingerir el organismo humano, buscando placer o esparcimiento social; pero debe utilizarlo con precisión y límite para no trastornar la vida ni flagelar el organismo.  Ante el licor se debe tener una buena formación en principios y valores para no caer en ridículo ni construir la propia sepultura, ya que el alcohol es un destructor de la vida humana cuando se toma consecutivamente y sin control.  Ayúdese y deje de ingerir alcohol; retemple la mente y la voluntad para que pueda usted salir del lodazal que le está aniquilando el bolsillo y la vida individual, con desajuste de la personalidad.
Por favor, dígame, amigo bebedor, ¿por qué usted no puede vivir sin ingerir alcohol?; ¿qué traumatismos está sufriendo usted?; si usted es inteligente, ¿por qué se deja arrastrar por el alcohol?; el licor no piensa, pero domina la voluntad suya.  Con el dinero que usted ha invertido varios años en licor, serviría para comprar un negocio familiar; pero, usted está ciego del cerebro, inhibido para controlar el desajuste de la personalidad, lo cual a usted lo conduce a un desequilibrio individual que lo induce a beber día tras día, sin medir las consecuencias de su mal proceder que le trae señalamientos en el ámbito social en general.
Usted se encuentra encarcelado en una prisión externa y abierta que lo hace transitar por un malogrado camino que deteriora toda posibilidad de bienestar; desafortunadamente usted no ha sacado un instante para reflexionar con sabiduría personal y así hallar la verdad para salir del lago infernal que a usted lo mantiene en desequilibrio individual y social.
Con plena voluntad, haga un alto en el precipicio de su desequilibrio personal, despierte y frene la ruta del alcohol que está destruyendo en silencio el organismo y la vida suya.  Si usted desea alcanzar su propio bienestar, use la cabeza positivamente para evitar una muerte prematura, motivada por vanas soluciones y estados de ansiedad que lo encarcelan en el vicio del licor que usted no ha podido erradicar.
Amigo bebedor, deje usted de tomar licor, busque una mejor diversión que le ofrezca crecimiento personal y lo saque del lodazal en que usted se encuentra envuelto ingenuamente y sin libertad mental que lo conduzca a reflexionar para ayudarse, dejando postrado al enemigo suyo, el alcohol; levántese, ayudado por la voluntad; todavía hay tiempo para que se pueda liberar del lodazal, conduciéndose a llevar una vida normal, ausente de la ansiedad para que pase mejores días en familia y sociedad en general.

El estómago dificulta hacer proselitismo político

Por: Mogdonio Dediego Moreno

Hoy por hoy, para algunos candidatos, se les dificulta buscar el favor ciudadano en las comunidades barriales para aspirar llegar a las corporaciones públicas del Estado colombiano, con propósitos de servir a los intereses populares del bien común.  Hay personas a quienes todavía no le han presentado el candidato, cuando ya le están disparando para solicitar favores individuales y familiares; pero, casi nunca para sus comunidades, en obras; para esas personas, la política se convirtió en un negocio; así, el estómago les hace perder la cabeza y se olvidan de las necesidades de sus comunidades; a algunos, les he oído decir: “Yo me voy con el candidato que dé más”.
Esos mercantilistas de algunas comunidades han acabado con el buen curso de la política; ellos son los verdugos que si les dan, votan; de lo contrario, se convierten en enemigos del candidato y lo desprestigian sin fundamento; a este extremo hemos llegado debido a la perversidad que inunda el alma de algunos ciudadanos inescrupulosos, para quienes votar no es un deber, sino una mina para satisfacer sus apetitos individualistas, lo cual retrasa el desarrollo y el progreso de las comunidades que buscan el bien general.
Es fastidioso y aburridor ir a la calle a buscar el favor ciudadano para lograr una representación política ante las corporaciones públicas del Estado; pues el ambicioso mercantilismo ejercido por algunos ciudadanos, está cerrando los promisorios caminos para realizar el debido proselitismo político que conduzca a la posesión del bien común.  Hay algunos personales que son multiexigentes ante diversos candidatos, pero, una vez recibido el beneficio, a nadie le cumplen votando el día de las elecciones; ellos son negociantes de perversa condición.
Esos malsanos apetitos individualistas de algunos ciudadanos, dividen a las comunidades barriales, restan y alejan la obtención del bienestar general, frenando la redención social al no dejar ejecutar diversas obras que las comunidades anhelan; a esos mendigos electorales no les interesa el futuro ni el progreso de sus comunidades; así se destruye la paz que tanto invocamos los colombianos; para muchos, de dientes para afuera.
De esos hirsutos ciudadanos individualistas y mercantilistas, se esperan actos de reflexión para cambiar el estado de gula económica y de otros apetitos que utilizan para lograr beneficios, antes de.  Para todos votar es un deber ciudadano; el deber significa obligación, cumplimiento, así, todo marchará bien y habrá comprensión con plena armonía para que reine la paz con progreso de nuestras comunidades sociales humanas.
Por favor, no dejemos perder la cabeza ni la razón; el hambre hace doler el estómago a muchos; pero, ante ese dolor se debe ser prudente para no convertirse en pordioseros y mendigos en las campañas electorales, se debe tener respeto consigo mismo.

El barrio San José de Las Palmas, solicita pronta ayuda para pavimentar el callejón de la entrada a sus predios

Por: Migdonio Dediego Moreno

Con sentido social y humanitario, a corto plazo, el barrio San José de Las Palmas, unido al clamor de Paloblanco, Valle Real y Albores de San Juanito, del sector occidental de Buga, con urgencia solicitan manos amigas y voluntad política gubernamental de los diversos niveles de los entes territoriales, a fin de lograr la sentida pavimentación del callejón de la 16, a partir de la carrera 25 hasta la carrera 32 de Buga.  Se trata de una obra con extensión aproximada a 3.100 metros cuadrados; dicho callejón dejó de ser rural y pasó a la categoría de urbano, habida cuenta de las construcciones habitacionales ubicadas a su alrededor, en donde reside un alto número poblacional cuyas humanidades y vías respiratorias están siendo afectadas debido al ruido y al polvo constante que emiten los diversos carros cañeros de algunos ingenios azucareros, cuyos vehículos transitan por el citado callejón sin control de autoridad competente para regular y aminorar los daños que están recibiendo los habitantes de San José de Las Palmas y demás barrios adyacentes.
Se cree que antes de adoptar posiciones y acciones de obligatoria beligerancia, se requiere que las autoridades oficiales atinentes al caso en comento, se sirvan prohibir definitivamente el tránsito de los citados carros cañeros por el enunciado callejón; vehículos que deberán salir y entrar por lugares contiguos a la Cárcel Distrital o al sector de la Acequia Tiacuante al sur, para no seguir perturbando el sosiego de los habitantes de los barrios del sector occidental de Buga; personas que merecen un debido respeto y protección a sus derechos vitales, ahora amenazados.  Se considera que el citado callejón sólo debe ser transitado por vehículos livianos; esta es la forma práctica para proteger la audición y las vías respiratorias de quienes están siendo afectados por el ruido y el polvo que emiten los citados carros cañeros al transitar por el enunciado callejón, por cuyo tránsito y afectaciones, los aprovechados ingenios no ofrecen estímulos, derivados de la plusvalía obtenida.
La requerida pavimentación del enunciado callejón ayudará a mejorar para propios y visitantes, la circulación vehicular cotidiana que se hace por el puente que permite acceso a San José de Las Palmas y demás barrios adyacentes.  Para lograr la anhelada pavimentación se necesitan padrinos de compromiso, porque sino hay padrinos, el cura no podrá bautizar al hijo del vecino.  
Cuando hay solidaridad, colaboración, habrá progreso mediante la solución a las necesidades sentidas de las comunidades transidas de esperanzas ciertas, en Buga para vivir mejor y participando, con su potencial electoral, para satisfacer las aspiraciones políticas que algunos solicitan, por lo cual debe existir una reciprocidad emitida por los dirigentes gubernamentales de todos los niveles de nuestra nación.

En el vocablo popular de las cárceles se debe suprimir el uso de la palabra “Re” para tratar a los internos

Por Migdonio Dediego Moreno

Si atinamos a meditar un rato, con relación a la vida de los internos de las cárceles de Colombia, podemos concluir que esta partícula “Re”, que utilizamos en el lenguaje para señalar algo respecto a los internos, es aflictiva y les hace recordar su desafortunado pasado; por esto, no se debe decir Centro de Rehabilitación, sino Centro de Socialización de los Internos; no se debe decir los Reclusos, sino, los Internos de la Cárcel.
Independientemente de las relaciones con el Estado, socializar a los Internos, significa promover condiciones óptimas que favorezcan el desarrollo integral de la personalidad del Interno, a través de medios como el estudio, el trabajo, el deporte, la recreación y los actos culturales y todas las motivaciones que sea menester para inducirlos positivamente a incorporarse a la posesión de una vida mejor en el ámbito del marco social, extendiéndoles la mano amiga para que los internos puedan observar y recibir la luz del sol.
Para que los internos puedan avenirse a saborear una vida digna, sin ser discriminados, debemos proporcionarles condiciones agradables que les permitan incorporarse a la sociedad, bien habilitados.  Al caído se le debe extender la mano amiga para que se pueda levantar y se incorpore a una vida colmada de garantías que les permita vivir mejor al lado de sus familiares y humana sociedad.  A quienes han perdido el don preciado de la libertad, no se les debe traer a colación su pasado, a ellos se les debe tratar con palabras y actitudes que vislumbren radiantes oportunidades para acogerse y transitar por los dignos senderos de la bella libertad individual.
Vemos que, en las cárceles colombianas, el estado proporciona condiciones mínimas para la socialización y habilitación de los internos, lo cual los inhibe para alcanzar el bienestar que merecen, como seres humanos, ausentes del hacinamiento que hoy padecen en medio de precarias condiciones locativas y alimentarias que golpean la dignidad humana y flagelan el proceso de integración social; lo cual marchita la esencia de la paz que todos anhelamos para vivir en una Colombia agradable, libre de tiranías.
Durante 30 años, conocí el interior de la cárcel, al haber laborado como funcionario del Estado, sin contratiempos y extendiendo manos amigas en pro de la Socialización de los Internos; ahora, entre todos, ayudemos a mejorar, con incentivos y motivaciones, las condiciones vitales de los Internos, llevándoles procesos y programas educativos con eficaces labores que les despeje la luz del horizonte para lograr su verdadera socialización que los coloque al servicio de la humana sociedad, como hombres útiles y confiables.

Ha nacido un virus humano que ataca a la sociedad

Por: Migdonio Dediego Moreno

Silenciosamente ha nacido un virus humano que viene atacando a los marcos sociales de las familias, las empresas y las instituciones; se trata de un virus de mayores dimensiones y daños que el Papiloma Humano; ese pernicioso virus es: el Individualismo, que se ha filtrado en los seres humanos para crear estadios de insolidaridad, indiferencia, egoísmo, deshumanización, odios, rencores, venganzas, animadversiones, daños irreparables, irrespeto, apatías, todo esto conlleva a que como no es conmigo, nada me interesa, por lo cual debo hacerme “el de la vista gorda” ante las afugias que sufre el vecino o la comunidad, el amigo, el familiar, el compañero de labor, la empresa, la institución, la ciudad, el transeúnte o el propio yo.  El Individualismo hace producir una ceguera que atrofia el cerebro y el alma humana, dejando al ser en completa parálisis para actuar ante las exigencias comunes y sociales del diario acontecer.
¿De qué vientre pudo venir o haber nacido el virus del Individualismo?. Posiblemente nació del seno de las insatisfacciones hogareñas, debido a las dificultades cotidianas para vivir; también ha podido tener su ancestro en la mala formación impartida en los hogares por diversos padres que han desatendido su obligación de darles a sus hijos firme orientación y condiciones óptimas para un adecuado desarrollo de la personalidad.  Otros padres han errado en la formación del ser humano por el inhibitorio flagelo que sufren debido a la desigualdad social que los aísla, los constriñe y los limita para cumplir con las diarias obligaciones deparadas por el modernismo y la globalización contemporánea.
De todas maneras, cuanto antes es necesario adoptar urgentes métodos y oportunas estrategias que permiten ayudar al equilibrio del seno de los hogares que deben aplicar una oportuna formación y orientación a los hijos para evitar su desajuste, frenando así el perverso virus del Individualismo, el cual es galopante y está causando demasiados daños en el marco de las relaciones sociales, al imprimir la insolidaridad y la desunión social, con egoísmo que derrumba la esencia de la hermandad vecinal que debemos proteger y conservar para vivir mejor en las familias y comunidades humanas de nuestra nacionalidad.
Es de urgente deber gubernamental la adopción de una metodológica socialización que oriente y proteja a los hogares colombianos, respecto a la formación del ser humano, hoy despreciado por el tener; alimentador de la indiferencia, la cual es constructora del Individualismo, que es una sarna que se debe curar, no deja avanzar y cierra los caminos de la redención social que todos debemos disfrutar en familias y comunidades sonrientes, ausentes del virus individualista que destruye el bien común y debilita el desarrollo de la humana vida social.

El reajuste al Salario Mínimo mensual golpea la canasta familiar

Por: Migdonio Dediego Moreno

Antes de finalizar cada año se reúnen los empresarios de Colombia con los representantes de los sindicatos y del Gobierno Nacional, para discutir y acordar la fijación del monto al Salario Mínimo mensual para los trabajadores comunes y empleados del Estado; personas asalariadas a quienes se les estigmatiza al ofrecerles un aumento económico que es incompatible para atender los egresos que exige la Canasta Familiar y lograr que se mantenga el equilibrio alimentario del núcleo hogareño, el cual debe ser sostenible en pro de aminorar las diversas afugias cotidianas que, ante la escasez de dinero, se hace imposible resolver las dificultades de orden económico que surgen al interior de los hogares; situación ésta que hace afligir el alma humana y mata las esperanzas de mantener la dignidad en el colectivo familiar.
En Colombia, para los asalariados, el mínimo vital se ha convertido en una farsa que tiende a constreñir los anhelos de mejoramiento y progreso en los diversos hogares carentes de fortuna, en donde sólo viven del esfuerzo y ganancias del mínimo trabajo del día a día para robustecer el núcleo familiar.
El aumento anual que se hace al Salario Mínimo, recorta, vulnera y maltrata los ingresos y el valor adquisitivo de los trabajadores; por esto, opino que el Gobierno Nacional debe abstenerse de fijar un 4.6%, y por el contrario, estabilizar los precios de los artículos para que no se degrade el valor adquisitivo del peso colombiano, afianzando así el bienestar de los hogares, libres de las exageradas alzas de los víveres y otros factores del núcleo familiar.
Se emite un ejemplo para sacar conclusiones respecto al aumento salarial mínimo: un pensionado que gana $ 1.000.000 al mes, recibe $ 46.000 de aumento; pero, como se dispararan los precios y la gasolina, le quitan para salud la suma de $ 6.000, para canasta familiar $ 10.000, en educación de los hijos $ 5.000, transporte $ 5.000, servicios públicos domiciliarios $ 10.000, para arrendamiento $ 5.000, para gas domiciliario $ 5.000, para compra de medicamentos $ 5.000, en loncheras y varios de los niños $ 5.000, etc.; vemos que la restricción suma $ 56.000, pero sólo al pensionado le aumentaron $ 46.000, aquí se presenta un desequilibrio en los egresos del hogar.
A todos los compromisarios de la concertación salarial mensual, se le sugiere humanizar el valor del aumento, para que sea real y no flagele a los hogares colombianos de menores ingresos, a fin de que el pobre sea menos pobre, erradicando así la desigualdad social que despoja los senderos de la paz que todos anhelamos.

El Departamento del Chocó sigue en letargo

Por: Migdonio Dediego Moreno

Tristemente, abandonado por el Gobierno Nacional, el departamento del Chocó se halla sumido en clínico letargo debido a la discriminación social; por esto es necesario adoptar urgentes mecanismos de gobernabilidad que permitan un reordenamiento para lograr la renovación en todo sentido, y la industrialización del departamento, territorio hoy afligido por el abandono que le han infringido los diversos gobiernos nacionales ausentes de la redención chocoana.  Remontados a la historia nacional, vemos que la primera ciudad fundada en tierra firme, después del Descubrimiento de América, fue Santa María La Antigua del Darién, en territorio chocoano; no obstante, el Chocó sigue sin ser descubierto en pro del desarrollo que se debe inferirle para el progreso colombiano, hoy anhelado para alcanzar la paz que tanto invocamos.
Si por algún medio se revisa el discurso de posesión del segundo mandato presidencial del doctor Juan Manuel Santos, podemos observar la afirmación diciente que en este mandato se destinarían mayores recursos del Estado para proteger a los departamentos menos desarrollados, dándole así cumplimiento a una verdadera equidad social. Ante esto, es menester acometerle a la Costa Pacífica, a fin de que pueda comunicarse con el interior de Colombia, a través de la iniciada y soñada carretera Quibdó–Bahía Solano, y por dicho medio poder rescatar la ubérrima región del Baudó; también se está pendiente de la adecuación y terminación de la carretera Quibdó–Medellín, como también el rescate de la zona minera del Chocó, conectándola con el departamento del Valle del Cauca, mediante la carretera Quibdó–Istmina–Nóvita–Cartago, obras éstas de suma importancia para un gobierno serio que quiera cambiar la fisonomía del Chocó, cristalizando su redención, al vincularlo al progreso y al intercambio comercial, económico y sociocultural con otra regiones importantes de Colombia.
La Carretera Panamericana, mediante Ley, fue aprobada en 1959, cuya norma dispone que la citada debe hacerse por la ruta sur; así se podrán unir las Américas por vía terrestre, abriendo el Tapón del Darién; pero ya han pasado 55 años sin que Gobierno Nacional alguno le haya dado cumplimiento a esa disposición legal para ayudar y redimir a un pueblo que requiere de una mano gubernamental amiga para alcanzar su desarrollo y su anhelada redención social y de infraestructura para vivir mejor.
El Chocó se halla anquilosado bajo el palio de un injusto descuido gubernamental, como si no fuera hijo legítimo de Colombia, con obligaciones y derechos iguales para participar de los gajes del progreso, la evolución contemporánea y la globalización tecnológica mundial, lo cual constituye garantía para otros departamentos que nacieron cuando ya el Chocó era mayor de edad, en el hogar de la patria nacional colombiana; pero, el Chocó sigue esperando la luz de su soñada redención.