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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

Los barrios del occidente solicitan voluntad política y manos amigas

Por: Migdonio Dediego Moreno

Con urgencia se requieren manos amigas gubernamentales y padrinos de compromiso para acometerle a la pavimentación del tramo de la calle 16 entre carreras 25 y 32 de Buga, ejecutándola mediante recursos propios municipales o de las regalías nacionales.  Las construcciones habitacionales siguen expandiéndose en el sector barrial, con un tramo sin pavimento, el cual dejó de ser rural; por esto, se necesita que las autoridades pertinentes al caso en comento, se sirvan avocar la situación y prohibir el tránsito definitivo de los carros cañeros por el callejón de la 16, a fin de suprimir la afectación que viene sufriendo la población residente en los barrios aledaños a dicho tramo vehicular, en donde ya la gente no resiste el ruido que se origina durante las noches; igualmente el polvo que levantan esos pesados vehículos cañeros que perturban el sosiego familiar y el libre tránsito urbano.
Vemos que los precitados carros de los ingenios están causando malestar y algunos daños en la audición y en las vías respiratorias de personas residentes en San José de las Palmas y demás barrios adyacentes al citado tramo de la calle 16, el cual se debe redimir de la posición dominante aplicada por unos particulares, quienes doblegan el bienestar general de las comunidades.  La adecuación y pavimentación del precitado tramo ayudará a mejorar la circulación vehicular por el puente para ingresar a los barrios del sector occidental de Buga.
Presentado por el señor Alcalde Municipal, el Honorable Concejo de Buga aprobó en mayo de 2012 el Proyecto de Prolongación de la carrera 24, a partir de la Acequia Tiacuante, con doble carril hasta conectarse con el puente elevado de la calle 4, el cual da acceso a la Terminal de Transportes de Buga; así se logrará una nueva salida para los barrios del sector occidental.  La citada y redentora obra requiere recursos presupuestales cofinanciados para llevarla a feliz término; pues se halla inmersa en el Plan de Desarrollo Municipal 2012 – 2015, Artículo 21; pero, no se podrá ejecutar hasta tanto no haya sido elaborado el correspondiente estudio topográfico, esperado por el señor Gobernador del Valle del Cauca.
La citada y soñada obra vial es de suprema importancia para el desarrollo de Buga, habida cuenta del Parque Temático Religioso que quedará sobre el mismo costado occidental; también será útil para los turistas que ingresan a Buga, procedentes del norte del departamento, favoreciendo el bienestar general de los habitantes de los barrios Paloblanco, Valle Real, Albores de San Juanito y San José de las Palmas, al descongestionarse el puente de la calle 16, sobre la doble calzada Buga – Tuluá, así se aminoran accidentes.

Intensa y aberrante circulación en el puente del barrio Paloblanco

Por: Migdonio Dediego Moreno

En la parte occidental del puente para ingresar al barrio Paloblanco de Buga, se presenta cotidianamente un grave peligro en contra de la existencia humana, debido al desequilibrio mental y desajuste emocional que sufren algunos conductores de diversos vehículos que cruzan por el sitio, en donde durante las horas normales se presenta una multiplicidad de vehículos que suben y bajan, contabilizándose 800 por hora, transitando para cumplir sus diligencias cotidianas.
Desafortunadamente, en la intercesión de la carrera 25 y la calle 16, punta occidental del citado puente, subiendo o bajando no existe respeto por nadie, ahí se pierde el sentido y los conductores, en su mayoría, pierden la cabeza para crear algunos accidentes que ya se han vivido, al no hacer los pares respectivos ni mantener las distancias requeridas para conservar la vida, sin los accidentes que deben evitarse, sin luchar para alcanzar al diablo.
En el mes de mayo de 2014, con la coordinación del Gobierno Municipal y la cooperación de PISA, Concesionario de la Doble Calzada Buga-Tuluá, se logró ubicarle al enunciado puente un separador, como alternativa para preservar la vida humana, evitando así los galopantes accidentes, heridos, muertos, huérfanos, viudas y aflicciones familiares; no obstante, sigue el desorden ciudadano y el mal uso de la cabeza de algunos que transitan, sin Dios ni Ley, desde diversos ángulos de la ciudad de Buga o del departamento del Valle, encontrándose en el aludido puente vehicular, donde solo Dios es el guardián vial para evitar permanentes accidentes.  Los barrios del sector occidental de Buga solicitan protección.
Por el precitado puente, muchos, suben y bajan de manera desesperada, buscando al duende y arriesgando la vida, sin necesidad; pero, a esos hirsutos conductores, en el momento requerido, no hay quien los haga obedecer para respetar las normas de tránsito; por ello, las Autoridades de Tránsito Local, de vez en cuando deben acercarse al señalado lugar del barrio Paloblanco de Buga, a fin de observar las anomalías reinantes y así adoptar los correctivos que sea menester para aminorar el desajuste individual de quienes transitan con vehículos por el indicado puente.
Por este medio, respetuosamente se extiende exhortación formal a las Autoridades de Tránsito Municipal de Buga, a fin de que a través de quien corresponda, se sirvan prestar su oportuno control, para que en el citado puente, se transite con equilibrio que permita la seguridad vital de los transeúntes permanentes y ocasionales, para vivir mejor, prolongando la existencia humana.