GEWEB

Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

El Derecho y el deber no pueden divorciarse en el trato social

Por Migdonio Dediego Moreno

A diario observamos que en los barrios, los habitantes exigen derechos a través de la construcción de obras y otros beneficios y garantías sociales; pero, un 90% de la gente de los barrios, no participa en los menesteres necesarios para obtener el desarrollo y progreso de su propia comunidad; son personas que sólo esperan que otros gestionen y trabajen, luego ellos parasitariamente se aprovechan y gozan con los frutos obtenidos mediante el trabajo ajeno.
En un barrio todos tienen el deber de participar y colaborar activamente, de diversas maneras parar lograr con responsabilidad y compromiso, todo cuanto sea necesario en pro de la satisfacción del bien común; ya que así como se exigen derechos, se debe tener el criterio ciudadano para cumplir atinadas obligaciones en beneficio del barrio y su gente, buscando que reine la convivencia familiar y comunitaria en pro de la paz que los colombianos necesitamos.
El derecho nos permite adquirir, tener, ser dueños de muchas cosas; pero, el deber nos conduce a no ser ajenos ante el cumplimiento de actuaciones y obligaciones respecto a las necesidades de los barrios y su gente, buscándoles prontas y oportunas soluciones que permitan disfrutar una vida colmada de amplias garantías y mejoramiento social en los barrios del ente territorial, los cuales, en su mayoría, permanecen despreciados por sus propios habitantes; personas éstas que a diario piden y critican, pero “no rajan la leña ni prestan el hacha”, en beneficio del progreso de su barrio.
Unidos y en equipo debemos participar con voluntad y compromiso solidario para lograr el bien común.  Debe decirse, ¿por qué no hemos hecho?; jamás diga: ¿por qué no han hecho tal o cual cosa?; la obligación le corresponde a todos los del barrio; no es un deber de determinadas personas que deben trabajar y hacer las cosas, cansándose de diversas maneras para que “los vivos” ingratos gocen y sean felices mediante el trabajo y el sudor de otros.
Por favor, usted no se aísle ni sea indiferente ante el llamado y los acontecimientos para buscarle solución a los problemas que afectan a la gente de su barrio y a usted mismo.  De una u otra manera, usted debe participar para ayudar a lograr las soluciones en pro de la humana comunidad que se halla transida de esperanza; no se haga el de “la vista gorda”; ya que lo propio (el barrio) hay que protegerlo, quererlo y defender sus intereses y necesidades vitales, para bien de todos; usted debe dejar de ser egoísta e indiferente ante los problemas que vienen afectando a su barrio o lugar en donde tiene algún negocio o afecto, en particular; por favor, use la cabeza, es decir, la inteligencia y sea persona útil para ayudar a conquistar el progreso de su barrio y la prosperidad de su gente.