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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

Un decálogo para que los gobernantes se hagan querer de sus gobernados

Por: Migdonio Dediego Moreno

Para que los ciudadanos y sus comunidades, acantonados en los diversos entes territoriales de la nación, puedan vivir en condiciones dignas, con derechos y garantías sociales que permitan sosiegos de bienestar, los gobernantes administrativos de los entes territoriales de Colombia, prioritariamente deben ofrecerles para hacerse querer: 1.) Concretas posibilidades para alimentarse. 2.) Un adecuado uso del agua potable. 3.) Concretas oportunidades para adquirir una vivienda digna. 4). Educación básica, media y universitaria, para obtener la formación académica de todo orden para profesionalizarse. 5). Ofrecer los medios oportunos para recibir y ser beneficiarios de una Seguridad Social adecuada, para preservar la salud, conexa a la vida. 6.) Brindarles empleo con trabajo estable. 7.) Ofrecerles dignos servicios públicos domiciliarios, sin detrimento de los Derechos del Usuario. 8.) Proporcionarles vías y transporte público, urbano y rural, en condiciones óptimas para su fácil movilidad. 9.) Acceso efectivo a espacios recreativos que les brinde descanso y sosiego plural para llevar una vida de amplio bienestar. 10.) Eficiente servicio de la fuerza pública para mantener el equilibrio de la Seguridad Ciudadana, despojados de lo temores y de las intimidaciones que a diario perturban y desalientan la vida de la gente en diversas comunidades de los entes territoriales.
Se ha expuesto aquí la manera más práctica para que un gobernante administrativo se haga querer y reciba el aprecio de sus gobernados, que por esa actitud positiva lo pueden volver a reelegir; esa es la mejor manera de construir país y senderos de paz para fortalecer la sana convivencia social y vecinal, asistida por una mutua comprensión ciudadana que concite a todos y les permita impulsar el sentimiento de poder vivir aportando “granos de arena”, para ahuyentar los instintos generadores de guerra y de violencia que sólo dejan desolación, viudas, huérfanos, perturbación del orden social y aniquilamiento en la vida del ser, la cual se debe preservar en Buga.
Los altos y medianos servidores administrativos de los entes territoriales de Colombia, no deben dejar perder su cabeza, ni el horizonte para avizorar luces de esperanza cierta y el camino propicio por donde deben transitar con la gente de las comunidades locales, extendiéndoles la mano amiga que ahuyente los obstáculos que sirven para frenar las ayudas que sí deben ser recibidas por esas comunidades sin padrinos; si no hay padrino, el cura no bautiza al hijo del vecino.  Es hora de actuar positivamente para lograr el bienestar.
Queda aquí expuesta la forma más adecuada, las garantías sociales y ciudadanas que constituyen los elementos básicos para proteger y mantener activa la vida de la gente en los estratos sociales de Colombia, en medio de los diversos matices de las relaciones interpersonales, para que la vida no pierda su esencia ni deje de tener fundamento, bien fortalecida para no fenecer en familias y comunidades humanas.

La persona malgeniada acaba con la vida de quienes están a su alrededor

Por: Migdonio
Dediego Moreno

Es cierto, la persona que se mantiene de mal genio, sufre una patología que a la postre podrá acabar con su propia vida y con la de las personas que están a su alrededor; el mal genio es un enemigo del ser humano, por esto, es necesario depurarlo de la vida individual.  Ocasionalmente este defecto conduce al ser humano a vivir facetas de odio, desprecio y desventajas en el trato de las relaciones interpersonales, por tanto, esas posturas deben ser desterradas de la vida humana, ya que ellas se vuelven “agrias” ante los amigos, clientes de los negocios y demás relacionados.
Si con plena voluntad el ser humano quiere, podrá cambiar su manera de comportarse para desterrar su mal genio, a fin de ser una persona cordial en las relaciones con sus semejantes.  La persona malgeniada, a veces, se vuelve osada, prepotente, vanidosa y llena de amor propio para imponer sus criterios, presumiblemente faltos de sabiduría; esto hace que los momentos agradables de la vida se conviertan en un remolino tedioso y colmado de espinas tormentosas que perturban el cauce de la existencia humana, atrofiada por la neura patológica de la persona.
En el trato humano se debe actuar con suavidad para poder escuchar “el ruido de las hojas al caer”; así se podrá recibir mejor aprecio en la familia, de los hijos, en el trabajo, de los amigos y de la sociedad en general; hay que aprender a vivir sin mal genio, utilizando la razón y la cabeza con equilibrio para que pueda funcionar la inteligencia normalmente y así alcanzar a “ser feliz”, fomentando la paz que se debe conservar en el marco de la convivencia humana.
En el trato humano, la educación, la cortesía y las buenas maneras no pelean con nadie; pero sí permiten vivir mejor y en armonía con los semejantes.  El ser humano no debe dejarse arrastrar por las brisas y pequeñeces que se mueven y tocan su piel, llevando la mente al campo del desequilibrio emocional; por lo cual es necesario ser tolerantes y comprensivos en el trato social, a fin de contener la ceguera que, en ocasiones, inunda de mal genio la bondad del corazón humano; el ser humano, como persona digna, debe usar la serenidad individual para ofrecer buen ejemplo ante la sociedad.
Con alta sabiduría, reflexione usted y déjese orientar, usando el dominio personal para no ir a caer en el precipicio y en el fracaso individual construido con el mal genio con que usted alimenta su vida diariamente, malogrando el ambiente sano que deben disfrutar quienes están al lado suyo; personas estas que hoy o mañana usted necesitará, por diversos motivos que se cruzan en la vida social.  El que se controla a sí mismo, podrá controlar al mundo; usted, contrólese y no se deje desbordar por la fuerza del mal genio; use la inteligencia para “ser feliz”, en medio de su familia y la sociedad en general.

La persona malgeniada acaba con la vida de quienes están a su alrededor

Por: Migdonio
Dediego Moreno

Es cierto, la persona que se mantiene de mal genio, sufre una patología que a la postre podrá acabar con su propia vida y con la de las personas que están a su alrededor; el mal genio es un enemigo del ser humano, por esto, es necesario depurarlo de la vida individual.  Ocasionalmente este defecto conduce al ser humano a vivir facetas de odio, desprecio y desventajas en el trato de las relaciones interpersonales, por tanto, esas posturas deben ser desterradas de la vida humana, ya que ellas se vuelven “agrias” ante los amigos, clientes de los negocios y demás relacionados.
Si con plena voluntad el ser humano quiere, podrá cambiar su manera de comportarse para desterrar su mal genio, a fin de ser una persona cordial en las relaciones con sus semejantes.  La persona malgeniada, a veces, se vuelve osada, prepotente, vanidosa y llena de amor propio para imponer sus criterios, presumiblemente faltos de sabiduría; esto hace que los momentos agradables de la vida se conviertan en un remolino tedioso y colmado de espinas tormentosas que perturban el cauce de la existencia humana, atrofiada por la neura patológica de la persona.
En el trato humano se debe actuar con suavidad para poder escuchar “el ruido de las hojas al caer”; así se podrá recibir mejor aprecio en la familia, de los hijos, en el trabajo, de los amigos y de la sociedad en general; hay que aprender a vivir sin mal genio, utilizando la razón y la cabeza con equilibrio para que pueda funcionar la inteligencia normalmente y así alcanzar a “ser feliz”, fomentando la paz que se debe conservar en el marco de la convivencia humana.
En el trato humano, la educación, la cortesía y las buenas maneras no pelean con nadie; pero sí permiten vivir mejor y en armonía con los semejantes.  El ser humano no debe dejarse arrastrar por las brisas y pequeñeces que se mueven y tocan su piel, llevando la mente al campo del desequilibrio emocional; por lo cual es necesario ser tolerantes y comprensivos en el trato social, a fin de contener la ceguera que, en ocasiones, inunda de mal genio la bondad del corazón humano; el ser humano, como persona digna, debe usar la serenidad individual para ofrecer buen ejemplo ante la sociedad.
Con alta sabiduría, reflexione usted y déjese orientar, usando el dominio personal para no ir a caer en el precipicio y en el fracaso individual construido con el mal genio con que usted alimenta su vida diariamente, malogrando el ambiente sano que deben disfrutar quienes están al lado suyo; personas estas que hoy o mañana usted necesitará, por diversos motivos que se cruzan en la vida social.  El que se controla a sí mismo, podrá controlar al mundo; usted, contrólese y no se deje desbordar por la fuerza del mal genio; use la inteligencia para “ser feliz”, en medio de su familia y la sociedad en general.