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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

¿Por qué en gran porcentaje se ha desequilibrado la actitud del ser humano?

Por Migdonio Dediego Moreno

Primero: en mucha parte, por lo que se ha denominado la Universalización de la Mujer; esta circunstancia ha permitido que diversas mujeres se hayan desligado de su hogar para incursionar en labores de la vida pública, a fin de poder ganarse el pan cotidiano y así proteger las necesidades y exigencias de sus hijos, a quienes dejan bajo el cuidado de los abuelos o de un desconocido que no le orienta ni le infunde principios ni valores para un futuro de condición social ejemplar.
Segundo: ha hecho daño la actitud irresponsable de muchos progenitores, quienes engendran y algunos alzan el vuelo antes de que nazca el niño, dejando a éste sin darle el apellido, por lo cual el muchacho crece desarticuladamente a falta de una debida orientación y fundamentales principios y valores que puedan conducir a la práctica de una vida colmada de disciplina, orden y buen uso de la bella libertad, a fin de actuar con respeto, responsabilidad y compromiso para no atentar contra la vida y los derechos ajenos.
Las actitudes abusivas y desenfrenadas que hoy realizan algunas personas en Colombia, golpeando a nuestra sociedad, se debe todo al desajuste de diversos hogares y padres de familia que no han inculcado en sus hijos la debida formación, por lo cual esos muchachos crecen sin fortalezas y en su desespero para vivir, salen a la calle para cometer atentados, desafueros, hurtos, robos, corrupciones y flagelos contra el derecho ajeno.
La persona que ha sido bien criada, no roba, no mata, no es corrupta, no es indisciplinada ni atenta contra los bienes de los demás.  La persona bien criada en valores y principios esenciales de vida sana, se comporta de manera correcta y como buen ciudadano, acata las normas que trazan el camino para propiciar la comprensión y la sana convivencia social y vecinal.
Desde ya se requiere con urgencia dar el primer paso, en unión de voluntades y esfuerzos presupuestales, para que los gobernantes de los entes territoriales en todos los niveles administrativos, adopten un proceso con programas especiales para orientar y capacitar en barrios y veredas, a padres de familia y jóvenes que tienen hijos, a fin de prepararlos en conocimientos y sobre la responsabilidad y compromiso que demanda la condición de ser papá o mamá para cimentar hogares y proteger el desarrollo de los hijos, aportándoles condiciones óptimas para que lleguen a ser personas y ciudadanos ejemplares, de aprecio y confianza social.
Hoy, nadie se afana para encontrar el origen de los desequilibrios que afectan a los malcriados; se requiere dar el paso firme con soluciones concretas para mejorar a los hijos malcriados y superar la irresponsabilidad de diversos padres de familia que no cumplen sus obligaciones.

Se está hundiendo el barco comunitario en el mar de la indolencia ciudadana

Por Migdonio Dediego Moreno

Los barrios representan nuestros nombres y apellidos que constituyen una familia comunitaria, la cual debemos proteger y defender para acreditar los derechos comunes, logrando así beneficios y soluciones en pro del progreso de la población barrial.
Tristemente, en algunos barrios, el perverso individualismo está acabando con todo y el barco comunitario tiende a hundirse; para evitar su naufragio, ese barco necesita de tripulantes como usted para poder navegar sin dificultad; por esto, no se aísle de los acontecimientos barriales, porque requerimos de la participación suya para poder avanzar y mejorar las condiciones fundamentales de la comunidad donde vivimos o tenemos algún afecto y negocio en particular.  Es necesario unir las voluntades y los esfuerzos para lograr el bienestar que nuestras comunidades anhelan; el barrio es usted; somos todos los habitantes; así, es deber proteger y acreditar lo nuestro.
Algunos mayores en los barrios, a través del negativismo insolidario y negligente, le han dado mal ejemplo a los niños y jóvenes, cerrándoles así los caminos de un futuro promisorio para una vida útil, digna y de seguro bienestar.
En el lenguaje cotidiano, la palabra barrio constituye un símbolo que representa a nuestros nombres y apellidos; por consiguiente, no es bueno permitir que se hable mal de nuestros barrios; es imperativo que unidos adoptemos los máximos esfuerzos para cooperar, sin regateos, en pro de la superación y desarrollo integral de nuestros barrios y sus habitantes para disfrutar de una vida digna.
No comprendo cómo algunas personas viven en determinado barrio, pero no lo quieren ni se preocupan para lograr su progreso; muchos son ingratos contra su barrio; reniegan y quieren lo mejor, pero son personas que no rajan la leña ni prestan el hacha para el bien común.
Las Juntas Comunales constituyen el cuerpo vibrante y representativo para alcanzar el desarrollo de los barrios; pero, algunas carecen de dignatarios con sentido de pertenencia; muchas Directivas se hallan desvertebradas debido a la falta de compromiso para trabajar por el bien común.
Los barrios son como un navío en el cual todos debemos remar para llevarlo felizmente a puerto seguro, salvando así su tripulación.
Vecino, amigo, ¿cuál podrá ser el aporte suyo para ayudar a la correcta navegación del barco, para que no se hunda?.  Entre todos debemos evitar el naufragio de nuestro barco, siendo útil, cogidos de la mano para vivir días de prosperidad en las familias y sociedad en general.  El futuro lo construimos hoy.

En Buga se configuró un nuevo mapa político para despejar el panorama

Por Migdonio Dediego Moreno

Con equilibrio individual observamos la puja política que se orquestó para hacerle gavilla al candidato Julián Latorre, durante la contienda electoral que culminó el 25 de octubre de 2015, con el reñido triunfo de Latorre.
Con el ingrediente de diversos partidos, ¿por qué se hizo dicha gavilla?; se presume que la consigna iba direccionada a vencer políticamente al Alcalde John Harold Suárez Vargas, dizque porque tenía candidato propio para el continuismo administrativo de Buga.
Así las cosas, la ciudadanía bugueña en las urnas electorales, ratificó la necesidad de respaldar el denominado continuismo, expresado en las tangibles obras realizas durante el periodo administrativo municipal 2012 - 2015, ante lo cual no se debe obnubilar el cerebro humano para ocultar una realidad que le está sirviendo a un conglomerado de diversos matices sociales de Buga y de municipios regionales que llegan a nuestra ciudad para recibir su esplendor y generosidad; así, en Buga triunfó la sensatez ciudadana.
A partir del primero (1º) de enero de 2016, Buga iniciará un proceso de renovación, cuya dirección estará a cargo de la visión profesional, administrativa, gerencial, empresarial y comercial que le imprimirá el doctor Julián Latorre, como Alcalde Municipal, para que Buga y su gente puedan vivir una época de progreso, con extendida paz y bienestar social en todos los sectores de su territorialidad para vivir con dignidad.
En Buga, sin equívocos, en una sinergia de voluntades y propósitos, debemos ser agentes participativos para emprender acciones conjuntas que permitan lograr objetivos de reivindicación social para asegurar el bienestar de las presentes y venideras generaciones de nuestra municipalidad, a fin de construirles fértiles caminos para transitar mañana sin dificultad durante su diario vivencial.
Por Buga y la prosperidad de su gente, es necesario que nos unamos para que el nuevo mapa político se dirija por senderos de comprensión y dinámicas acciones que permitan perfeccionar cuanto sea menester para agradar a propios y visitantes en nuestra urbe y ente territorial en general, para vivir mejor en las familias y humana sociedad; así, Buga podrá obtener el desarrollo sostenible que todos anhelamos para el equilibrio de la convivencia vecinal que debemos cimentar.