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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

La Doctrina de Caro y Ospina se la llevó el Camaleón

Hoy es triste ver cómo, desde el cenit de la Gloria Celestial, Caro y Ospina, Álvaro y Laureano Gómez, lloran desesperados al observar cómo la Doctrina de su Partido Conservador fue reemplazada por el mimetismo del Camaleón, dirigido por el Transfuguismo Político, inducido mediante el imán de un Ex-Liberal que hoy es el Amo del Partido de la U, que con gran destreza, le impregnó al Conservatismo la habilidad de la Burocracia y le hizo perder su rumbo filosófico y doctrinario y quedó rodando sin imagen partidista, sin esencia y con su identidad desdibujada en el ámbito nacional.
El Partido Conservador gravita hoy con rodilleras de cuero fino, extraído de los mejores hatos de las entrañas antioqueñas, para realizar las genuflexiones que permiten darle agrado al "Obispo" político que ofrece la comunión en la Casa de Nariño, sin la cual es imposible entrar al zoológico donde conviven los más avezados camaleones de la Política Nacional.
Que lástima que los jefes del Partido Conservador Moderno, le hicieron perder su Norte, lo enredaron y desdibujaron su Filosofía, agarrados hoy a la codicia y gajes de la Burocracia y otros apetitos que campean en el rodaje de la Política Nacional; así le dieron fácil tránsito a la movilidad del Camaleón que se alimenta con el esfuerzo y el potencial electoral de los seguidores que confiaron en la lealtad y la credibilidad de sus jefes locales, regionales y nacionales, quienes a la postre se entregaron en bandejas cargadas de lentejas para ofrendarle al ex-militante del Partido Liberal, jefe en la sombra hoy del Partido Conservador, vestido con piel de Camaleón y rodilleras de fino cuero de los hatos antioqueños.
Los jefes conservadores se olvidaron que la fortaleza y la dulzura de la Burocracia y del Poder, son efímeras y jamás podrán alcanzar el Pódium si siguen maltratando el Potencial Electoral que está integrado por los afiliados y seguidores del Partido Conservador; personas que hoy sufren el flagelo del olvido forjado por los engrupidos que manejan el tren de los camaleones del zoológico político nacional, donde sólo interesa lo particular y no la colectividad azul, hoy menospreciada, a la deriva y sin timón.
El Partido Conservador, por andar en cuerpo ajeno, ha perdido su identidad y olvidó que el Orden Constitucional debe prevalecer ante la dictadura; que la Legalidad y la Legitimidad deben estar por encima de las Vías de Hecho; que la Seguridad debe primar ante la barbarie; que por encima de la Demagogía, deben estar la Libertad y la Razón; que la Democracia debe surgir dando ejemplo de respeto y concretas oportunidades en pro de todos los colombianos; que la Ética Pública debe desbordar a la Injusticia y a la Inmoralidad, para que algún día en Colombia pueda lograrse la anhelada Paz en este suelo nacional maltratado y agobiado por la Desigualdad Social, ante lo cual el Partido Conservador se obnubiló y se olvidó de sus seguidores y de sus Derroteros Doctrinales, siguiendo mejor el mimetismo del Camaleón con unas Bancadas arrodilladas y la identidad política desdibujada.
Hoy, en el Atrio de la Gloria Celestial, oran y lloran los precursores del Partido Conservador: Caro y Ospina, el insigne Álvaro Gómez Hurtado, el mentor inolvidable Laureano Gómez, Misael Pastrana Borrero, Guillermo León Valencia y Mariano Ospina Pérez, tristes al observar malogrado el Crisol de su partido y marchitada la Doctrina Social que otrora fue garantía de bienestar y fuente de inspiración para alcanzar la reivindicación del pueblo colombiano, que después de 517 años del Descubrimiento de América y 190 años de haber logrado su emancipación, los jefes conservadores felices se arrodillaron ante un híbrido político, dejando a los seguidores en la desesperanza, sin barco ni timón, por seguir la Burocracia, los apetitos desleales y la habilidad del Rey Camaleón y sin candidato propio y estable; ya que para ellos prevalece la REELECCIÓN; así hundan el Honor Conservador.