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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

¿Cómo proteger a Buga ante los daños causados por la pavesa de la quema de caña?


Es triste y muy lamentable cuanto ha venido aconteciendo en Buga contra la indefensa población humana habitacional que se ve acorralada permanentemente por la volátil ceniza proveniente de la quema de caña alrededor de los sectores urbanos y barrios de nuestra ciudad; se trata de una situación perniciosa que afecta a individualidades y familias en general, para cuyo malestar no ha existido ni existe autoridad ambiental o de otra categoría, ni dolientes de otro tipo para salir a defender, proteger y erradicar la dañina posición dominante de algunos cultivadores de caña, quienes incumplen la normatividad legal y le dan rienda suelta a su arbitrio en busca de la riqueza a costa de los daños que le causan a la población que se ve afectada en las vías respiratorias, en sus viviendas que se atiborran de cenizas que tapan cañerías, obstruyen lavaderos, manchan las ropas, tapan las canales de aguas lluvias, hacen goteras y a veces muchas partículas se han infiltrado en los ojos de personas que les ha tocado recurrir al médico para proteger la salud o la vida amenazada.
Se requiere que algunos de quienes representan y ejercen funciones en los tres Órganos del Poder Público, avoquen el caso en comento, buscándole la mejor solución, a fin de que el interés particular no siga imponiéndose y maltratando los derechos colectivos; ya es hora de reflexionar e iniciar un proceso social y de legalidad que permita frenar la deprimente ola de cenizas con que algunos ingenios y dueños de sembradíos de cañas están atropellando, sin Dios ni Ley, la vida de nuestros conciudadanos acantonados en Guadalajara de Buga y en otros municipios y pueblos circunvecinos en el Departamento del Valle del Cauca.
Los diversos órganos de control para el caso referido, se han cegado con un indiferente mutismo para alcahuetear el tener con desconsiderado intento para defender al Ser Humano y sus valores sustantivos que se deben preservar en pro del desarrollo sostenible y progreso de la humana convivencia social y vecinal, con límites y el mayor respeto ante los derechos ajenos, hoy afectados por las quemas en los muy cercanos sembradíos de cañas para el crecimiento y engorde de intereses particulares, transgresores y olvidadizos del sentido común para respetar los derechos de las comunidades sociales y humanas, cuyos espacios ambientales no se deben malograr por la codicia del tener.
Para este caso es bueno saber si la CVC y la Procuraduría Agraria les corresponde alguna injerencia en el control del desafuero y flagelo ambiental causado por las partículas de cenizas provenientes de la quema de hoja de caña.  Las comunidades que se han quedado solas para lograr la participación civil y la defensa de sus derechos y garantías sociales; es de los hogares invadidos por pavesa de caña: Constituye también una forma irracional de crear estados de guerra sin plomo, pero atacando de otra manera la salud y la vida de personas adyacentes a los sembradíos de caña y barrios distantes que están inmersos en el perímetro urbano de nuestra ciudad del Cristo Milagroso, hoy viuda y huérfana de hijos y autoridades que protejan su indefensión.
Sin tardanzas, cuanto antes se debe avocar la defensa de Buga ante el flagelo y padecimiento que sufre la gente de la ciudad, habida cuenta de las nubes de partículas emanadas de la pavesa proveniente de las hojas de cañas quemadas alrededor de nuestros predios urbanos y llevadas por el viento a cortas y largas distancias para afectar la vista de propios y visitantes, la ropa de la gente, viviendas, tiendas y almacenes, etc, tal como sucedió el día 4 de julio de 2012, sin que las autoridades se percataran de lo sucedido; así se crean las confrontaciones civiles, debido a las omisiones gubernamentales que se vuelven genuflexas y no acatan las funciones de su competencia; esto hace quebrantar los hilos de la sana convivencia social, porque primero está: La defensa de tener, a costa del Dolor del Ser.