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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

El Departamento del Chocó sigue en letargo

Por: Migdonio Dediego Moreno

Tristemente, abandonado por el Gobierno Nacional, el departamento del Chocó se halla sumido en clínico letargo debido a la discriminación social; por esto es necesario adoptar urgentes mecanismos de gobernabilidad que permitan un reordenamiento para lograr la renovación en todo sentido, y la industrialización del departamento, territorio hoy afligido por el abandono que le han infringido los diversos gobiernos nacionales ausentes de la redención chocoana.  Remontados a la historia nacional, vemos que la primera ciudad fundada en tierra firme, después del Descubrimiento de América, fue Santa María La Antigua del Darién, en territorio chocoano; no obstante, el Chocó sigue sin ser descubierto en pro del desarrollo que se debe inferirle para el progreso colombiano, hoy anhelado para alcanzar la paz que tanto invocamos.
Si por algún medio se revisa el discurso de posesión del segundo mandato presidencial del doctor Juan Manuel Santos, podemos observar la afirmación diciente que en este mandato se destinarían mayores recursos del Estado para proteger a los departamentos menos desarrollados, dándole así cumplimiento a una verdadera equidad social. Ante esto, es menester acometerle a la Costa Pacífica, a fin de que pueda comunicarse con el interior de Colombia, a través de la iniciada y soñada carretera Quibdó–Bahía Solano, y por dicho medio poder rescatar la ubérrima región del Baudó; también se está pendiente de la adecuación y terminación de la carretera Quibdó–Medellín, como también el rescate de la zona minera del Chocó, conectándola con el departamento del Valle del Cauca, mediante la carretera Quibdó–Istmina–Nóvita–Cartago, obras éstas de suma importancia para un gobierno serio que quiera cambiar la fisonomía del Chocó, cristalizando su redención, al vincularlo al progreso y al intercambio comercial, económico y sociocultural con otra regiones importantes de Colombia.
La Carretera Panamericana, mediante Ley, fue aprobada en 1959, cuya norma dispone que la citada debe hacerse por la ruta sur; así se podrán unir las Américas por vía terrestre, abriendo el Tapón del Darién; pero ya han pasado 55 años sin que Gobierno Nacional alguno le haya dado cumplimiento a esa disposición legal para ayudar y redimir a un pueblo que requiere de una mano gubernamental amiga para alcanzar su desarrollo y su anhelada redención social y de infraestructura para vivir mejor.
El Chocó se halla anquilosado bajo el palio de un injusto descuido gubernamental, como si no fuera hijo legítimo de Colombia, con obligaciones y derechos iguales para participar de los gajes del progreso, la evolución contemporánea y la globalización tecnológica mundial, lo cual constituye garantía para otros departamentos que nacieron cuando ya el Chocó era mayor de edad, en el hogar de la patria nacional colombiana; pero, el Chocó sigue esperando la luz de su soñada redención.