Por: Migdonio Dediego Moreno
En Buga se vive una antaña situación que golpea la vida y los derechos de la gente comarcana, quienes ocasionalmente han sufrido daños en la vista y en las vías respiratorias debido a la atrevida y desatinada acción emitida por las partículas de cenizas de las hojas de caña sembradas alrededor de los barrios de Buga y algunos sectores rurales del citado municipio; lugares éstos en donde la gente sufre a falta de autoridad competente que avizore y defienda los derechos sociales de la humana población que se encuentra perjudicada por la perturbadora ceniza de la hoja de caña quemada sin control.
En este caso, el bien particular navega dichoso, sin control, atropellando los derechos del bien general; violando así el mandato constitucional y legal, ahora genuflexo ante las irreverentes acciones del poder económico que abusa para sofocar las pasiones humanas y crear estados de guerra no deseada por los perjudicados.
En Colombia, no solo los alzados con armas construyen la guerra contra los civiles indefensos; vemos que con la irregular quema de la hoja de caña alrededor de los barrios de Buga, también se crean condiciones desacertadas de guerra que maltrata los derechos de los residentes barriales de todo Buga, quienes sufren y padecen el flagelo causado por el Imperio Industrial Azucarero del Valle del Cauca, ante unas ciegas autoridades ambientales que no protegen ni defienden los derechos generales y el medio ambiente de la gente de Buga.
En este caso, la CVC y otras autoridades, que se les paga para controlar y hacer respetar los derechos atinentes al Medio Ambiente, brillan por su omisión y desacato ante el cumplimiento de las funciones y deberes encomendados para el bien común, pero sí dejando operar, sin Dios ni Ley, la inconstitucional posición dominante que flagela y fractura el derecho ajeno, siendo feliz a costa del sufrimiento del vecino barrial; así, jamás tendremos Paz en Colombia.
Por casos similares, en la Nueva Granada, en 1781, surgió el Levantamiento de los Comuneros; luego, en 1789, se dio la Revolución Francesa en Europa; ahora, está a punto de levantarse el pueblo venezolano, para hacer respetar sus derechos enajenados, sin causa cierta y cerrados los caminos y las normas superiores que trazan el rumbo para disfrutar de la convivencia social y pacífica entre los residentes vallecaucanos.
El jueves 13 de octubre de 2016, cuando el barrio Paloblanco se hallaba cumpliendo sus 52 años de fundación, como regalo recibió un baño de cenizas provenientes de las quemas de hojas de caña sembradas adyacentes a los barrios: Albores de San Juanito, Valle Real, San José de las Palmas y Paloblanco, en el sector occidental de Buga.
Se espera la floración de la actitud respetuosa y consciente de los actores de Asocañas, la CVC y autoridades ambientalistas para frenar la penosa y dañina quema de hoja de caña, labor que requiere una especial metodología, a fin de no atropellar el derecho ajeno.