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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

Defendamos los derechos de Buga, votando por un hijo legítimo

Es cierto que se hace difícil concitar una decisión ciudadana de homogeneidad política para elegir a la persona que nos debe representar en el Congreso Nacional; pero en el marco del a heterogeneidad y concepciones sociopolíticas, se pueden abrir espacios y porcentajes con sentido de pertenencia, cariño y defensa de lo propio, para que en Buga la gente salga a difundir la idea y la necesidad de unir voluntades y esfuerzos entre los hijos legítimos y adoptivos de la municipalidad para conquistar un escaño en la Cámara de Representantes del Congreso Nacional durante las próximas elecciones parlamentarias del 2.010.
Hace unos 13 años, más o menos, que Buga tuvo un Representante a la Cámara, en la persona del Doctor Camilo Arturo Montenegro; desde esa época el municipio viene gravitando en mares de orfandad, sin voz ni votos para defender los derechos sociales y políticos que le pueden dar vitalidad a los sectores rurales y urbanos de la municipalidad. El colectivo electoral se ha dedicado a darle respaldo a quienes provienen de otros municipios de menor categoría, cuyos candidatos llegan con los maletines cargados de dineros para comprar un buen número de conciencias, llenando los estómagos de quienes caen en la trampa económica que hace perder la cabeza y la identidad ciudadana que desdibuja la imagen de esta municipalidad y permite que los recursos para Buga sean direccionados hacia otras latitudes, lo cual debilita la esencia de los anhelos y de cuanto puede hacer crecer y robustecer la vitalidad del Municipio de Buga, con hijos legítimos y adoptivos que no deben vender no empañar el Escudo ni la Bandera municipal, sepultando el progreso de la gente y de la municipalidad en general hacia el objetivo final.
A Cartagena, los españoles la cogieron por hambre y necesidades mil; pero, para Buga, esa época no debe existir, aquí está superada la genuflexión de la Conquista y la Colonia; aquí se ha avanzado en todos los órdenes de la vida republicana, con superación en el campo académico, profesional, en las artes y oficios, así como en valores sustantivos que son baluartes que inhiben la genuflexión ante las acciones del andamiaje politiquero que, a algunos, los convierte en líderes de la desunión popular y quebrantadores del equilibrio local, como sepultureros también del progreso de la municipalidad y enemigos de la Patria Chica, ya que actúan con ingratitud y deslealtad para fraccionar políticamente a la municipalidad. Para mejorar, Buga necesita del decidido aporte fundamental de su gente; por esto, se deben reconvenir todas las fuerzas vivas para respaldar políticamente a los hijos del municipio, buscándoles la oportunidad de poder alcanzar metas de alivio y progreso que permitan cambiar las condiciones locales en la infraestructura municipal, hoy agobiada por el empuje desleal de algunos de sus hijos que no la han sabido valorar.
Para elegir tenemos a tres pre-candidatos naturales de Buga, quienes aspiran llegar a la Cámara de Representantes, respaldados por sus hermanos legítimos y adoptivos. Ante esto, pongámonos de acuerdo para escoger solamente uno y no dejar perder esta oportunidad que servirá como baluarte cimentador de los sueños de la sociedad en general.
Entre las opciones nativas se debe avalar a la que más convenga a los intereses de la municipalidad y con firme criterio de responsabilidad social plante el Escudo y la Bandera de Buga en el Congreso Nacional, en donde defienda los derechos de la vallecaucanidad, abriendo nuevamente el camino y la identidad que durante los últimos 13 años se ha cerrado para Buga en el Parlamento Nacional.