Migdonio Dediego Moreno
En el 2003 Buga contaba con 142.000 habitantes en todo el ente territorial; ahora, debido a la multiplicidad de construcciones citadinas, considerablemente se aumentó el número poblacional. Esta condición exigirá una ampliación de las redes del fluido hídrico para poder abastecer las cotidianas necesidades de los moradores que deben atenderse con prontitud para proteger y aliviar los clamores de las diversas familias acantonadas en la ciudad.
Actualmente, por doquier, han surgido nuevas urbanizaciones y barrios para contribuir al desarrollo y progreso de Buga, cuya expansión exige cada día la atención gubernamental para mejorar las condiciones del entorno social y comunitario, ofreciendo un estilo de vida que sea acorde al crecimiento poblacional y al avance tecnológico del modernismo contemporáneo que obliga a depurar el sistema arcaico, a fin de colocarse a tono con el desarrollo sostenible que ofrezca una vida de mejores garantías sociales y de equilibrio comunitario en beneficio de las familias residenciadas en la pluralidad del ente territorial municipal.
Es plausible la positiva decisión del Gobierno Nacional al haber seleccionado a Buga, dándole la meritoria oportunidad de construirle grandes bloques habitacionales, los cuales ya comenzaron a albergar a las 620 familias que se hallaban sumergidas en la pobreza extrema y carentes de techo propio, cuya condición tiende ahora a cambiar y mejorar mediante la entrega de las viviendas gratuitas, apartamentos que están ubicados sobre la calle 33 de esta ciudad, entre carreras 11 y 16 del sector norte de Buga; camino éste que debe ser pavimentado para dignificar el citado sector, en donde los edificios presentan un aspecto majestuoso y floreciente para aliviar las penurias de una población que, a futuro, podrá ascender a más de 2000 personas que requieren manos amigas en pro de aliviar su estado de indefensión social, carente de padrinos.
Como la Urbanización Uninorte no es un Centro de Reclusión Penitenciaria, allá se requieren algunos complementos para dignificar la vida de sus moradores; por esto, es necesario que la gente de Buga, las asociaciones cívicas, las organizaciones gubernamentales y gremios de la ciudad, se acerquen a dicha urbanización, llevándole a su gente algunas charlas, conferencias, cursos de relaciones humanas y cuanto sea menester para que la población acantonada en Uninorte pueda llevar una vida mejor, a fin de que lo que hoy constituyó una decisión positiva y muy plausible, no se vaya a convertir mañana en dolor de cabeza que malogre el orden público y la convivencia vecinal y ciudadana, al no tener los residentes cómo solucionar diversas exigencias cotidianas del hogar, ante la carencia de ingresos.
La Urbanización Uninorte no es un condominio en donde debe existir una junta de administración; allá se debe organizar una junta comunal para que haya representación vecinal y así puedan recibir algunos beneficios del Estado que les permita socorrer sus necesidades diarias y permanentes para vivir dentro de un ambiente de hermandad, comprensión y felicidad para que sus días no se transformen en obstáculo, minando la paz y orden que deben mantener y disfrutar en la plausible urbanización, orgullo de Buga, del Valle y de Colombia en general.
