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Migdonio DeDiego Moreno

OPINIÓN

Nadie se afana para hallar la etiología de los males que sufre la sociedad

Por Migdonio Dediego Moreno

En Buga, como en toda Colombia, se está viviendo y sufriendo un desbordamiento social con crímenes, atentados contra el derecho ajeno y otros desaciertos atentarios contra la vida del prójimo; considero y opino, que uno de los factores creadores de esa degradación humana, proviene de las omisiones, errores, indebida tolerancia ante los hijos, sumado al irresponsable hecho de ver y dejar pasar, practicado esto por un alto número de padres de familia, quienes hace ya 30 o 40 años atrás no cumplieron con la obligación de orientar, educar a los hijos, infundiéndoles principios y valores sustantivos, a fin de forjarles una buena ciudadanía en pro de la sociedad  en general; algunos hijos crecieron como mosquitas y desadaptados, avalados y alcahueteados por sus padres, otros crecieron sin tutor que los indujera al aprendizaje de normas y buenas relaciones interpersonales para la comprensión, el respeto y la buena convivencia social y vecinal.
Estamos padeciendo los rigores del desajuste y prostitución que ha sufrido y desequilibrado a la célula fundamental de la sociedad, cual es la familia, en la cual algunos hijos se han dedicado a atacar la vida y el derecho ajeno sin Dios ni ley.  También, en algunos órganos del Estado, no han abocado con la requerida responsabilidad, la aplicación de una extendida ayuda y orientación, con métodos y estrategias de alto contenido para instruir a padres y jóvenes que aspiran constituir hogar, preparándolos en contenidos de principios y valores vitales, respecto a la responsabilidad, compromiso y confianza, formación ésta que deben tener quienes están criando hijos, así como aquellos que desean constituir hogar para levantar familia en óptimas condiciones en pro de la sociedad en general, para que en el futuro podamos tener un país desligado del desequilibrio y atrocidades individualistas y de concierto que hoy golpea y aflige a los núcleos humanos en nuestro país.
Desafortunadamente estamos viviendo y sufriendo los rigores causados por los descuidos, las omisiones y los errores del ayer, cuando algunos padres no orientaron ni le dieron a sus hijos la debida formación para que fueran ciudadanos de bien con principios y valores sustantivos en beneficio de la sociedad en general.  Si no se da el primer paso para la recuperación del ser, pronto Colombia irá hacia una hecatombe social de infinitas proporciones negativas; contenerla, no le corresponde a los alcaldes ni a los concejales de Buga ni de Colombia en general; pues el desajuste es de la familia y a ésta le tocará afrontar la formación de los hijos para que sean buenos ciudadanos, ausentes del crimen y el irrespeto al derecho ajeno.
El problema no se resuelve colocando un policía en cada casa y cada esquina de Colombia.  Recuperemos al ser.